El reto soberanista

La pobre astucia

Alrededor del 'procés', a favor o en contra, se han movido intereses muy poco patrióticos

Concentración en el Passeig de Lluís Companys el día 10 de Octubre, durante la comparecencia del ’president’ Puigdemont en el Parlament. / FERRAN NADEU

La astucia cansa. Y algo peor. Provoca la inquietud de muchos. Frena proyectos, planes, contratos. Enturbia las fortalezas de Barcelona las fortalezas de Barcelonaen el mundo. Y sumerge en la incertidumbre el futuro económico. Catalunya paralizada por la astucia, empobreciéndonos aún más.

Los errores que nos han llevado hasta aquí son muchos y por parte de todos. En algún momento, el PP decidió ganar las elecciones agitando el espantajo de una Catalunya mezquina y desleal que debía ser sometida. En algún momento, el independentismo se dejó llevar por estrategas de márketing y su argumentario se adulteró con una propaganda tan efectiva como ilusoria y peligrosa. Hay culpas a repartir a diestro y siniestro, también para todos aquellos que, durante cinco años, por obra u omisión, dejaron que el relato mágico del 'procés' fuera ganando la partida a la realidad. Cuesta creer que tantos apóstoles se movieran solo por la fe.

Opinión exprés

¿Descontaminar?

Alrededor del 'procés', a favor o en contra, se han movido intereses muy poco patrióticos. Desde individuos que en otra circunstancia nunca hubieran conseguido su actual repercusión (y los correspondientes ingresos), hasta partidos, empresas y medios de comunicación que han maniobrado en cada momento hacia donde el viento les favorecía. Los mismos que ahora olfatean el aire y reorientan su viraje. Sí, algunos se han enriquecido. La mayoría de los ciudadanos, atendiendo el devenir de la actualidad, solo vamos acumulando pérdidas.