"Ellos" (implícito)

Cuanto más guapa y atractiva y seductora se pone la ciudad, peor se pone vivir en ella

Vecinos de un edificio situado en la calle de Leiva, 37, unidos para no ser expulsados. / ALBERT BERTRAN

En este «Nos quieren echar» está implícito un «ellos» que resume el drama de la vivienda en Barcelona. Es un «ellos» que incluye una variopinta reunión de especuladores, buitres y diversas aves rapaces que toman el nombre de fondos de inversión o entidades de renovación inmobiliaria. Es un «ellos» inconcreto que no se personaliza en un determinado malo de la película sino que se expande a través de ramificaciones que acaban en un despacho sin alma.

Opinión exprés

Se puso divina

Emma Riverola

Escritora

Los buitres están a la expectativa de la finca que ya es un cadáver o que está a punto de serlo, porque resulta que está habitada por ancianos sin más horizonte que el de acabar de vivir donde siempre han vivido, o por matrimonios que están a precario, o por jóvenes que no podrán hacer frente al aumento tsunámico del alquiler. Y entran en acción.  Se trata de «solucionar problemas» para que «ellos» (el magma sin nombre propio) se apodere del edificio y lo coloque en el mercado a un precio solo asequible para quienes no entienden la ciudad como un lugar de convivencia sino como una mina de oro

El leninismo describía con aquel «cuanto peor, mejor» el estado ideal para la revolución. Es lo que piensan, pero al revés, los inquilinos  que sonríen en el balcón.  Cuanto más guapa y atractiva y seductora se pone la ciudad, peor se pone vivir en ella. A «ellos» les encanta que esté de moda. H