Editorial

Okupación y droga en el Raval

Hay que saber quien son los propietarios de los pisos vacíos convertidos en supermercados de estupefacientes

Efectivos atienden a un drogodependiente en la calle de En Roig. Fotografía facilitada por vecinos de la calle.

Hartos de una situación cada vez más complicada para una normal convivencia, los vecinos de dos calles del Raval llevan varias semanas dejándose notar con caceroladas diarias contra la okupación de pisos vacíos por parte de traficantes de droga que los utilizan para distribuir su mercancía. El fenómeno se inició hace varios años, pero en los últimos meses la degradación ha alcanzado niveles insoportables en cuanto a la inseguridad y la insalubridad en esas calles, donde es frecuente ver a personas pinchándose a plena luz del día, jeringuillas por el suelo y violentas peleas entre bandas rivales.

Obviamente que la primera respuesta ha de ser la que afecta al orden público y la exigencia de una mayor presencia policial. No es difícil reconocer esos supermercados de la droga en unos edificios vecinales donde los intrusos han llegado incluso a retirar la puerta y los cerrojos en los accesos para facilitar el paso a sus clientes. Los vecinos, por otro lado, deberán seguir el camino –no corto, pero obligado– de la denuncia oficial hasta conseguir de la justicia una orden de desalojo. Sin embargo, y para llegar a la raíz del problema –que afecta no solo a esa zona sino también a otras del Raval– resulta imprescindible conocer quién son los propietarios de esos pisos ocupados por delincuentes y las causas por las que se encontraban vacíos. Sus dueños, sean particulares o grandes tenedores de viviendas, también tienen parte de responsabilidad en este vergonzante episodio.