Semana política repleta de paradojas, señal de que el blanco y negro de la Catalunya disyuntiva oculta una realidad mucho más compleja.
Lunes: Carles Puigdemont preside una Junta de Seguridad en la que pacta con el Gobierno la entrada de los Mossos en los órganos de coordinación antiterroristaMossos de un Estado, el español, del que teóricamente pretende desconectar el 3 de octubre. Cuatro días más tarde prescinde de los 'consellers' --incluida la portavoz Neus Munté y el de Interior, Jordi Jané-- que dudan de que tal cosa suceda. La independencia, no la cooperación policial con el Estado.
Martes: Joan Tardà escribe una carta a Pablo Iglesias en EL PERIÓDICOPablo Iglesias reprochándole que Podemos no secunde el 1-O. El diputado de ERC abunda en la oferta que le formuló al apoyar su moción de censura: "El 1-O puede ser la palanca de cambio (...) que lleve a España a la tercera república." Cuesta imaginar que, una vez proclamada la independencia en octubre, en noviembre los diputados de ERC permanezcan en sus escaños en el Congreso para impulsar un proceso constituyente español.
Oriol Junqueras
independencia
NI VENCEDORES NI VENCIDOS
El choque de las fragilidadessolo PSOE y PSC se han sentado a la mesa