IDEAS

Otros superhéroes

Marc Torices y Jesús Marchamalo, con sus ejemplares de ’Cortázar’. / FERRAN SENDRA

El día de Sant Jordi nos reunimos varios amigos y firmamos -es un decir- ejemplares de una antología de cuentos. Mientras esperábamos que los lectores se acercaran a la parada, me fijé en que unos metros más allá, en la misma mesa, había un chico que no paraba de dedicar libros. Acompañaba cada firma con el retrato de un hombre con barba espesa, que trazaba con mucha dedicación. Desde mi lugar no podía ver el título del libro, pero lo supe en cuanto llegué a casa: por una casualidad feliz, me regalaron precisamente 'Cortázar', ilustrado por Marc Torices a partir de un texto de Jesús Marchamalo (editorial Nórdica).

Por una casualidad  feliz, me regalaron 'Cortázar', ilustrado por Marc Torices a partir de un texto de Jesús Marchamalo

El álbum es espléndido en muchos sentidos. Funciona como una biografía ilustrada de la vida de Julio Cortázar, pero también como una aproximación a su mundo imaginativo. Marc Torices experimenta con los registros, juega con las imágenes ya conocidas de Cortázar -entrevistas de televisión, fotos, textos, cubiertas de libros- y explora diversas fórmulas narrativas que nos acercan a su obra. Hay una fascinación por el personaje, se nota, pero no llega a ser nunca hagiográfica. Si has leído los libros de Cortázar, te gustará por su familiaridad, pero también puede funcionar como una puerta de entrada para lectores más jóvenes.

Además, Julio Cortázar no está solo en las librerías. Estos últimos meses se han publicado trabajos gráficos sobre otros narradores, como 'Rulfo. Una vida gráfica', de Óscar Pantoja y Felipe Camargo, y 'Camus. Entre justicia y madre', de Laurent Gnoni y José Lenzini (ambos en Norma editorial), y 'El bebedor', de Jakob Hinrich, sobre el mundo turbulento del escritor Hans Fallada (Maeva). Me pregunto de dónde viene esta atracción para narrar a través de imágenes la vida de los escritores. Son, a menudo, intentos de plasmar un interés que va más allá de la obra, o de buscar algo muy difícil: la conexión entre el autor y el lector después de la lectura. También puede ser, pienso, que el género -llámalo cómic, novela gráfica, álbum o tebeo- traslada mejor el relato que nace de las mitomanías.