Cerca, muy cerca, la pausa de Semana Santa, que para algunos empieza hoy mismo, y el puente del 1 de mayo, unos días después. Muchos aficionados que viajan esos días a Londres o Nueva York para saciarse de buen teatro me preguntan por la calle o en el bar, desayunando. Piden consejo para no errar en la elección. Sugiero aquí, a título orientativo, lo que yo haría si tuviera la fortuna de esos días libres y ese viaje a la vista.

Londres, en primer lugar. Un plan que puede lograrse en cuatro días, combinando bien los horarios de las funciones. En cuanto a musicales, yo no me perdería '42nd Street'. Un nuevo montaje, recién estrenado. Un clásico que nunca decepciona.Todo lo que se espera de un musical 'on Broadway'. Deslumbrante.

Y para seguir con lo legendario: 'An american in Paris'. Más romántico. Más convencional. Pero con música de Gershwin. Y otro clásico todavía: 'Carousel'. Junto a los otros dos, la tríada perfecta para los que anden cortos de nostalgia. En otro estilo: 'Dreamgirls'. Absolutamente recomendable. Con una señora, Amber Riley (de la serie 'Glee'), que sube cada noche a los altares. Asegúrense de que actúa ella, antes de sacar las entradas. Algunas noches, agotada Amber, lo hace su sustituta (que no desmerece, pero no es lo mismo). 

Y en cuanto a teatro de texto, tienen la oportunidad excepcional de hacer una inmersión en el mundo de Edward Albee, con dos de sus mejores obras: 'The goat or Who is Sylvia?' (La cabra o ¿quién es Sylvia?), que ya disfrutamos aquí, ustedes y yo, cada uno en su esfera, hace unos años, ahora con Damian Lewis (de la serie 'Homeland') en la piel del arquitecto protagonista. Y 'Who is affraid of Virginia Woolf?' (¿Quién teme a Virginia Woolf?) con una genial Imelda Staunton, que se ha convertido en la actriz imprescindible de todos los proyectos y que salta del musical al drama como quien juega a la rayuela. Si fue 'Gypsy' hasta hace poco, hoy se la anuncia ya como protagonista de 'Follies', a estrenar en el próximo agosto. Y la próxima semana hablaremos de Nueva York.