EL SECTOR ENERGÉTICO

Más allá del vehículo eléctrico, el trasporte con GNL

Se prevé que el gas natural licuado, una de las alternativas al petróleo con más futuro, se empiece a utilizar como combustible en barcos y trenes

Crucero con los motores en marcha atracado en el puerto de Barcelona.  / ÁLVARO MONGE

En los últimos tiempos han ido creciendo las voces que corroboran que el gas natural licuado (GNL) es uno de los combustibles alternativos al petróleo con más futuropetróleo. Sus ventajas energéticas, económicas y medioambientales la están convirtiendo en una importante apuesta por parte de las administraciones públicas y de los diferentes sectores implicados, especialmente en el ámbito del transporte y de la movilidad. Tanto es así que en el 2015, el tráfico de GNL alcanzó su máximo histórico, con un total de 245 millones de toneladas transportadas y, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en el 2040 el comercio de gas natural licuado ya superará el del gas distribuido por gasoductos.

En España, el uso del GNL se visualiza ya como una realidad, entre otras cosas porque hoy somos el país europeo con mayor experiencia en el transporte y logística de este combustible. El sistema gasista español posee 7 de las 22 regasificadoras existentes en Europa, el 36,5% de la capacidad de almacenamiento de GNL y el 90% de capacidad de carga de cisternas de todo el continente. Además, en el 2025, 11 puertos de España deberán disponer de infraestructuras de carga de GNL. Actualmente España dispone de 19 estaciones que suministran gas natural licuado (somos el país europeo con un mayor número de estaciones), hay otras 10 más planificadas, y disponemos de 26 estaciones que suministran gas natural comprimido (GNC).

POR TIERRA Y MAR

A pesar de que por ahora el gas natural licuado se utiliza principalmente como fuente de energía para el transporte de vehículos pesados (autobuses interurbanos, camiones de transporte, y transporte fluvial y marítimo), los expertos coinciden en que también pronto empezaremos ver vehículos que utilizarán este combustible. Inicialmente en el sector del transporte urbano público y privado, pero también y, a medio plazo, en el uso particular. Actualmente, en el mercado ya hay una treintena de vehículos que funcionan con GNL y, según cifras de la Asociación Ibérica de Gas para la Movilidad (Gasnam), el número de vehículos de GNL matriculados se multiplicará por veinte el año 2020.

Quien ya está apostando con fuerza por el GNL es el sector del transporte marítimo mundial, que transporta el 90% del comercio del mundo, que ve este combustible como la mejor solución para un transporte marítimo sostenible. El transporte marítimo español está situado a la vanguardia en el uso de gas natural licuado y, en el año 2019, Balearia estrenará el primer barco de pasajeros del Mediterráneo propulsado con GNL. Este combustible también comienza a abrirse paso en el transporte ferroviario y como futuro sustituto del diesel, como pretende demostrar el proyecto piloto liderado por Enagás, Gas Natural Fenosa y Renfe y coordinado por el Institut Cerdà para propulsar un tren de pasajeros con motor de GNL en Asturias. Se trata de todo un reto que seguro que situará a España como referente internacional y convertirá el GNL en una clara alternativa, especialmente para aquellas líneas ferroviarias sin electrificar. Con estos datos en la mano, es fácil pronosticar que el gas natural en general, y el GNL en particular, está predestinado a convertirse en el combustible alternativo del futuro por excelencia  y como claro complemento a la energía eléctrica en el ámbito del transporte y la movilidad.