En 1961, en San Francisco, Luis Cernuda conoció a un antiguo miembro de la Abraham Lincoln Brigade que había combatido en la guerra civil. Vio en aquel hombre a alguien «que quería luchar por sus ideales». El poeta se emocionó al pensar «que había ido a una tierra desconocida, extraña y lejana, para intervenir en lo que él pensaba que era una causa digna». Allí nació 1936, una reflexión triste y desencantada de Cernuda sobre el conflicto, aquella «causa perdida» en la que hubo tantos que «solo atendieron a ellos mismos». Y, sin embargo, hay un punto de esperanza: «Lo que importa y nos basta es la fe de uno».
Esa fe ha llegado hasta la actualidad con el entusiasmo y la persistencia de los supervivientes y de los que piensan que todavía hay causas nobles e ideales que iluminan nuestros pasos. La asociación The Abraham Lincoln Brigade Archives (ALBA) se ocupa de la memoria, pero también apuesta por un presente donde el activismo por los derechos humanos y la lucha contra el fascismo recuerdan el legado brigadista. ALBA organiza certámenes de cine y de ensayo político, lecturas y conciertos, y otorga el prestigioso premio ALBA-Puffin a personas y entidades que han destacado por su esfuerzo contra las dictaduras, la esclavitud y la discriminación. Ahora lo acaba de ganar Proactiva Open Arms. Es dinero que servirá para mantener el esfuerzo humanitario «en tierras extrañas». Más salvamentos, más manos. La misma fe.