tú y yo somos tres

«Imagínese que me asesinan»

Tremenda sesión de Esperanza Aguirre en ’La Sexta noche’. / periodico

Se resiste a pasar inadvertida. Sigue trabajando a fondo su tono muscular para ir generando tremendos titulares. Esperanza Aguirre apareció en 'La Sexta noche' y no defraudó a sus fans. Le pusieron una pregunta, o advertencia, que dejó grabada Wyoming, sobre ella, la semana pasada. El sarcástico mordedor le recriminó que continuamente esté alabando el alzamiento nacional de 1936; y que se empeñe en transformar el golpe de estado de Franco en una especie de bendición celestial. ¡Ah! La señora Aguirre contestó inmediatamente esquematizando la Segunda República como un pozo de maldad. Y tras asegurar que José Calvo Sotelo fue muerto a manos de un miembro de la guardia del socialista Indalecio Prieto, se dirigió al presentador Iñaki López y le advirtió: «Imagínese usted que ahora un escolta de Manuela Carmena me asesina a mí ¿eh?». Nos dejó muy impresionados. Aunque dijera lo de ser asesinada en clave imaginaria, es preocupante esta tendencia de la señora Aguirre a dibujar a sus adversarios con truculencias homicidas que no vienen a cuento de nada. Este lunes, Aguirre ha sido noticia en los informativos de la tele tras haberse admitido, de manera oficial, que en su etapa de presidenta de la Comunidad de Madrid se realizaban espionajes contra políticos propios y extraños. O sea, a granel y a 'tutti quanti'. De modo que es probable que ella vuelva a ser entrevistada en alguna cadena. Me imagino que dirá lo que también dijo en esta sesión de 'La Sexta noche' sobre el que era su mano derechaFrancisco Granados, gran capo de la 'trama Púnica'Dijo, como si la cosa no fuera con ella : «Granados ha hecho todo tipo de gatuperios». ¡Ah! Los gatuperios. Hacía tiempo que no escuchaba esta palabra. Don Benito Pérez Galdós tenía predilección por ella. En la novela 'Nazarín', cuando describe los arrabales de Madrid, llenos de granujas y truhanes, califica de «socaliñas y gatuperios» los chanchullos que organizaba Estefanía la del Peñón, alias La Chamfaina, en su tugurio de la calle de las Amazonas. También Valle-Inclán usó mucho esta palabra en sus comedias bárbaras; 183 veces según un notable ensayo sobre el léxico valleinclanesco que realizó en 1981 Ciríaco Ruíz Fernández, profesor emérito de la Universidad de Salamanca.

O sea, que doña Esperanza recurre a la Generación del 98 cuando le aprietan sobre sus culpabilidades. Es una artimaña. Cree que así distrae, y esquiva su responsabilidad.