En cascada: los bancos prestan menos crédito hipotecario ante la incertidumbre generada porque los registradores deniegan la inscripción de pólizas con cláusulas presuntamente abusivas según el Tribunal Supremo, que está pendiente de lo que resuelva el Tribunal de Justicia de la UE sobre la validez (de hecho, la protección del consumidor) del sistema hipotecario español. Por lo directo: tanto varapalo europeo ha llevado a los jueces españoles a cubrirse y han lubricado toda la cadena con cuestiones prejudiciales. Lo nuevo de ahora es que la medida se extiende a los registradores.

La paradoja es que el modelo hipotecario español es de lo más eficiente en Europa si se mide por el mínimo diferencial entre el precio del dinero respecto a la inflación.Y porque no debe confundirse el tipo de la hipoteca,  pactado y cuyo diferencial no debe superar en dos puntos el euribor, con la sanción por el incumplimiento de ese pacto (intereses de demora).Hemos pasado de evitar lo perjudicial para el usuario a aplicar el principio de cautela de considerarlo todo prejudicial a la espera de que desde Luxemburgo se dicte doctrina que siente jurisprudencia. El entramado judicial y registral español parece que no hallan su punto de equidad. Demasiados prejuicios.