LA RATIO

Debajo

Hipoteca es nombre griego que combina estar por debajo (hipo-) y cosas que se guardan durante años (-tekke). Quienes se quedan por encima de esos índices, son considerados, socialmente, como torpes a la hora de concertar un préstamo que ya hoy condiciona al menos un tercio o más de su vida biológica a quienes piden un préstamo para comprar una vivienda. La seducción, que es palabra latina (llevar hacia sí, se ducere) consiste en hacerles creer que el dinero no tiene precio. Si son millenials quienes leen esto, quedarán seducidos por 50 años. El BCE, nada menos que lo más conocido de la UE, ya presta dinero bajo mínimos intereses y además puede hacerlo sin límite, barra libre sin hora de cierre. 

Dinero barato no equivale a préstamo barato (lo saben bien los hipotecados con el IRPH) sino a la peor descripción posible de lo que se nos acerca: quienes reciben dólares y euros sin coste tampoco van a buscar inversiones rentables a medio y largo plazo (el gran error conceptual de Draghi y Yellen) sino que siguen alimentando la burbuja financiera para que los ricos sean más ricos y sin apenas arriesgar. Que el eurÍbor caiga a niveles impensables no es buena noticia ni siquiera para los hipotecados, los de abajo.