Cada vez son menos los supervivientes de Auschwitz. Por ello, el 70º aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi por las tropas rusas reviste un carácter especial. Hay todavía memoria viva de lo ocurrido en aquel lager de muerte, pero pronto será ya memoria histórica. Desaparecerán los testigos directos, pero lo que no debe desaparecer es el recuerdo de la mayor atrocidad cometida en Europa en el siglo XX. Allí llegaron 1,3 millones de deportados, de los que solo 200.000 sobrevivieron. Y Auschwitz no fue el único campo de exterminio. ¿Cuántas veces se habrá dicho y repetido «nunca más»? Pese a ello, Camboya o Ruanda demuestran que hay que seguir repitiéndolo. Pero sin ir ni tan lejos ni a los extremos, no se puede bajar la guardia. El Holocausto ocurrió porque había unas mentes criminales que lo idearon y lo ejecutaron, pero fue posible porque antes había habido un estado de opinión que menospreciaba a determinados colectivos, la población judía en particular. Los pogromos de finales del XIX y principios del XX ocurridos en Rusia o Europa central y oriental ya fueron un anticipo de lo que el nazismo convertiría en una política de exterminio a escala industrial. Por eso hay que estar vigilantes, porque la semilla del odio al otro, al que es diferente, sigue anidando en la sociedad. Hoy el otro puede ser judío o musulmán o el que no tenga nuestros parámetros. Tenemos el deber de memoria. Lo decía Primo Levi, uno de los pocos que sobrevivieron a aquella aberración.
Editorial
Auschwitz, el deber de memoria
Hay que estar vigilantes, porque la semilla del odio al otro, al que es diferente, sigue anidando en la sociedad
Lo más visto
- Felipe González, en 'El Hormiguero', dice que Illa ha disminuido el "procesismo" en Catalunya, pero lo ha trasladado al conjunto de España
- Esta playa cerca de Barcelona tiene aparcamiento gratis todo el verano
- Reino Unido: el Gobierno advierte a los ciudadanos de una posible catástrofe y les pide que preparen un kit de supervivencia
- Las semillas de chía se cuelan en los desagües y amenazan con invadir las orillas de los ríos españoles
- Cautela y optimismo, la última hora del estado de salud de Àngel Llàcer