Melcion Mateu existe

Yo sé que el poeta Melcion Mateu existe porque lo he visto y le conozco. Ahora acaba de publicar un libro sensacional, que ganó los Jocs Florals de Barcelona 2014 y se llama Illes lligades (Labreu). Aunque eso no sea una señal de su existencia, más bien podría ser una señal de ausencia. Le conozco porque le he visto comer, beber, fumar y hablar en casa de una amiga común en Nueva York -más de una vez-, pero la prueba más clara de su existencia es que le he visto recitar sus poemas. Le he visto recitarlos solo, pero también en compañía del poeta Rowan Ricardo Phillips y un cuarteto de jazz a cargo del bajista Alexis Cuadrado. En ambas ocasiones Melcion Mateu recitó Balada de Matt Sweeney, uno de los poemas importantes de su nuevo libro. Matt Sweeney, el meu company / de pis, és un poc especial. / Va tenir un amant filipí / que estava boig pels óssos. / L'abraçava i li deia teddy bear. Cuando lee estos versos y otros, MM sonríe y se deja llevar por la música de la poesía que escribe. Es una poesía vital, con toques del soul más antiguo, con la sabiduría y la naturalidad de los músicos de calle.

Melcion Mateu és un mite inexistent, / no sabeu per on para, / no apareix a internet, escribe en unos versos de Cançó d'aniversari, pero hay más argumentos que hacen pensar que MM no existe. El primero es que publica muy de vez en cuando: su libro anterior, Jardí amb cangurs, es del 2005. El segundo es que no vive en Barcelona, ni en Cataluña, y no forma parte de los saraos literarios. Durante ocho años ha vivido en Nueva York, trabajando en la universidad, y hace poco se ha ido a Florianópolis, ciudad situada en una isla del Brasil (¿da envidia, verdad?). Es decir que va de una isla a otra isla y con su biografía las ata. El tercer argumento es que MM es su poesía, es cada personaje que sale en sus poemas, del célebre Matt Sweeney a Adam Berger o Marco Malatesta. En el prefacio de su nuevo libro, MM defiende la «poesía desterrada» y escribe: «Un escritor, realmente, no tiene patria: crea su patria» -y yo aplaudo su clarividencia.