Venimos de celebrar, con un entusiasmo ciudadano indescriptible en Catalunya, el aniversario de la Constitución española. A la estampa de la delegada del Gobierno rodeada de militares y policías brindando por la Carta Magna --una imagen cargada de simbolismo en el contexto actual-- hay que añadir un acto más bien discreto que reunió a los líderes del PSC, PPC, C's y UpD, acompañados de sus celestinos Josep Ramon Bosch y Joaquim Coll, de Societat Civil Catalana, que son al unionismo lo que Carme Forcadell y Muriel Casals representan entre los soberanistas. Miquel Iceta ha evitado la polémica foto del brindis de Pere Navarro, pero tampoco se ha cortado un pelo asistiendo a la celebración de una Constitución que él y el PSOE dicen querer reformar pero que se topa con los reiterados portazos del PP.

Tras unos días de batalla campal en Twitter entre los acólitos organizados de Artur Mas y su lista unitaria y los independentistas partidarios de las candidaturas separadas, ha surgido en la red una propuesta con la etiqueta #ViaClaver que pretende forzar a Convergència y Esquerra para que no concurran a las próximas elecciones generales. ¿El propósito? Visualizar la ruptura de las fuerzas hegemónicas del soberanismo con el Estado español en pleno proceso hacia la independencia, deslegitimando el resultado -buscan una participación inferior al 30%- y favoreciendo una victoria aplastante de Podemos en Catalunya que sería imprescindible para que los de Pablo Iglesias optaran a gobernar España. Tomen nota de las iniciativas del mundo digital.

La tercera vía está hoy en vía muerta. O el unionismo inmovilista de Mariano Rajoy o la independencia de Mas en 18 meses y exprés de Oriol Junqueras. ¿Quizá sea Podemos la tercera vía y no lo sepamos?