Quim Masferrer (Sant Feliu de Buixalleu, 1971), actor y director teatral que lleva meses visitando pueblecitos de Catalunya con el espacio El foraster (TV-3) y ahora lleva su obra Temps al Barts, devora todo deporte televisado. El fútbol es su pasión y el Montseny, su gimnasio.
-¿Cómo es el deporte rural?
SEnDPondré como ejemplo a mi padre, que nunca se ha puesto pantalones cortos ni bambas y a su 68 años no le puedes seguir por el monte. Es un Kilian Jornet, un gran deportista, pero la palabra deporte no está en su vocabulario
-¿Qué hacía usted de niño?
SEnDEra bueno corriendo. Había sido campeón comarcal de cross escolar, pero prefería el fútbol, el deporte colectivo. Como corría mucho, me ponían de delantero centro y marcaba muchos goles. Me gustan los deportes en los que hay una pelota por medio.
-¿Y ahora practica alguno?
-El pádel, el fútbol... Siempre que puedo, quedo con mis amigos del pueblo para un partidito. De niños jugábamos en un campo grande; después, pasamos al fútbol 7; ahora, al sala... Acabaremos con el futbolín...
-¿Y para desconectar?
-Lo mejor es caminar. Nunca me he apuntado a un gimnasio; no aguantaría estar encerrado en 100 m2 haciendo steps. El Montseny es un gran gimnasio en sí, sin aglomeraciones, en plena naturaleza, y te puede pasar un jabalí por delante...
-¿Y deportes de riesgo?
-No, ¡pobre de mí! Lo único que he hecho, por trabajo, ha sido paracaidismo. La adrenalina ya me sube cuando me enfrento a un monólogo en El foraster o haciendo teatro. No hace falta que la vaya a buscar.
-¿Y no le atrae el mar?
-Voy a pasear, pero nada de deportes náuticos. Prefiero caminar por la montaña e intentar seguir a mi padre. Aunque hacer El foraster ya es un auténtico deporte, porque hay días que grabamos 14 horas. Lo que pasa es que no está catalogado. El forastering podría ser.
-Y desde el sofá... ¿fútbol?
-Me trago todos los deportes por la tele. Puedo seguir el mundial de curling, un partido de badminton... Incluso quedarme embobado viendo, en Barça TV, un partido del Barça de 1992.
-Porque usted es culé, claro.
-Soy muy poco original. Del Barça y del Arbúcies, pueblo donde yo jugaba.
-¿Cómo ve ahora el club?
-Me da miedo, porque llevábamos una inercia muy buena. Aunque, claro, los ciclos se acaban... Pero, para que llegue otro bueno, pasaremos por un desierto. Espero que sea cortito: el de los Monegros y no el del Sáhara.