El 'loco del chándal' sale de la cárcel y no está rehabilitado

Se llama Manuel González González. Es conocido como el 'loco del chándal'. Ayer a media de la tarde salió de la cárcel Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires. Se considera que ya ha cumplido la condena. Ha salido antes de lo previsto inicialmente como consecuencia de la aplicación de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, que anuló la llamada 'doctrina Parot', y que hace que ahora no se puedan sumar condenas una detrás de otra. Los informes penitenciarios consideran que Manuel González González no está rehabilitado.

El loco del chándal agredió 16 mujeres entre noviembre de 1991 y septiembre de 1993. Las abordaba por la espalda con flechas o navajas y se las clavaba en las nalgas. Habitualmente agredía a las mujeres por la calle o cuando salían del metro. Una, de 31 años, la mató. Tanto la Audiencia de Barcelona como el Tribunal Supremo dejaron claro que el ánimo de Manuel González González era satisfacer su deseo matando.

Las víctimas piden que al menos se difundan fotografías de su aspecto actual para tratar de reconocerlo. Pero es evidente que la excarcelación del loco del chándal, como la de otros violadores que estos días están saliendo, da mucho miedo. Y nos hace preguntarnos cómo es que el estado, el gobierno, los gobiernos  no pueden hacer nada; cómo es que se permite que estas personas circulen libremente por la calle cuando los especialistas aseguran que la posibilidad de reincidencia es muy alta. No es el Estado el garante de la seguridad? No son los gobiernos los que deben poner al alcance de la ciudadanía los medios que sean necesarios para garantizar la seguridad de las personas? Los derechos humanos reconocen la necesidad de sentirse seguro. La seguridad es indispensable para el bienestar, según la jerarquía de las necesidades psicológicas de la pirámide de Maslow.

Derecho a ley - dicen - los violadores ya han cumplido la condena y, por tanto, tienen derecho a salir de la cárcel. Que se hayan rehabilitado o no es un detalle para escribir los informes. ¿Dónde queda el derecho de sus víctimas y de las posibles futuras víctimas? ¿Dónde queda el derecho de las mujeres?