Hoy hemos firmado el documento/manifiesto '10 razones para rechazar la Ley Wert'. La hemos firmado conjuntamente con UGT, CCOO, STES, CEAPA, PSOE, CiU, PNV, IU-ICV, Geroa Bai, Compromís y Nueva Canaria.
La conclusión del manifiesto se resume en la exigencia compartida por todos los firmados de retirar la ley y la reclamación del inicio de un proceso de negociación. Cuanto más amplio sea el frente de oposición, más contundente y clara será la oposición y menos legítima la posible aprobación por la vía de la mayoría absoluta. Unidad de acción y movilización, he aquí la fórmula para dar marcha atrás este proyecto de ley tan reaccionario.
Adjunto los 10 puntos del manifiesto, las 10 razones:
1. Incapacidad del Gobierno para buscar un consenso en materia de educación que pueda dar estabilidad a nuestro sistema educativo, que desprecia a la comunidad educativa y a los interlocutores sociales y políticos con los que no se ha contado nunca, a menos que no fuera para pedirles adhesión al proyecto de ley.
2. Instrumentaliza las legítimas aspiraciones de mejora del sistema educativo para imponer una contrarreforma segregadora e intervencionista, que resulta inútil para resolver los problemas reales de la educación.
3. Carece de una memoria económica creíble suficiente y deja a una dudosa financiación europea la cobertura de los créditos que genera la reforma.
4. Conculca el principio de igualdad de oportunidades en producir la segregación prematura, permitir la publicación de rankings y favorecer la exclusión del alumnado con dificultades.
5. Promueve un sistema de reválidas con efectos punitivos en lugar de formativos, que genera desconfianza hacia el profesorado y limita la formación integral del alumnado.
6. Devalúa el sistema de Formación Profesional, carente de impulso y apoyo, y organiza una clasificación de asignaturas arbitraria, con una ordenación académica incongruente y antipedagógica que deja fuera del curriculum importantes áreas formativas como la EpC y otros imprescindibles para la formación integral del alumnado.
7. Niega la diversidad lingüística de las CCAA con lengua propia y atenta contra el modelo de inmersión lingüística que garantiza el conocimiento del catalán y el castellano al finalizar la formación y que ha sido fundamental para la cohesión social y la convivencia lingüística en Catalunya.
8. Impone la recentralización educativa al promover un cambio en la distribución de las competencias y otorga al Gobierno del Estado el control total de ciertas áreas estructurales y una mayor capacidad para determinar el currículum y las nuevas reválidas.
9. Limita la participación de la comunidad educativa en vaciar de competencias los consejos escolares y postula una autonomía de los centros intervencionista con respecto a las condiciones laborales de los trabajadores.
10. Daña la acreditada equidad del sistema educativo público sin mejorar la calidad e instala un modelo educativo elitista, economicista e impropio de un Estado aconfesional.