IDEAS

Orgulloso de los mejores

Que un chaval de Cervera sea campeón del mundo en Moto 2 y que se codee con los mejores de MotoGP llena de orgullo. Se aplaude con admiración a los doctores catalanes que fichan por hospitales de EEUU para combatir el cáncer y prevenir infartos de corazón. La lágrima se suelta cuando se escucha el violonchelo dePau Casalsen la ONU o un estadio. El mundo entero se quita el sombrero con el fútbol del mejor Barça. La obra de Salvador Dalí nos hace universales por bigotes. Nadie arrebatará la gloria de los Juegos del 92. Esta media docena de hitos son incontestables. Como la energía generada en las últimas dos décadas por los cocineros, conFerran Adrià y, ahora, los hermanosRoca, al frente.

Vivimos en un país pequeño donde hay censados más canallas que campanarios. Tantos que son muchos los incapaces de alegrarse al escuchar la noticia de que un restaurante catalán es el mejor del mundo. ¿Prefieren que ganeRossiy que se estrellePedrosa? ¿Prefieren al doctor Welby que aValentín Fuster? ¿Los Miami Heat al Barça? Seguro que no. ¿Son incompatibles unos magos de la cocina tecnoemocional con los tiempos malditos que sacuden el siglo? Maldigan a la prima de riesgo, a la niña deRajoy,a la delegada de los pijos y los ricos. Dejen en paz a los grandes cocineros, a losRocacon su Champions.

Un tuitero advertía ayer de que el restaurante más importante de Catalunya es el Banc d'Aliments. De acuerdo. Lo que obviaba el animoso demagogo es que los mejores cocineros del país colaboran con esa oenegé. Lo que desconocen esos chistosos que no dan la cara, con mensajes cobardes, es que todos los jueves cientos de indigentes del Raval comen caliente gracias a la generosidad de un chef y un empresario porque Cáritas agota existencias.

Si leyeran aFonalleras,aArenós, aJolonch,aImedio,aAgulló,quizás asumirían el valor deJoan, JosepyJordi Roca. Siempre fieles al barrio en el que nacieron. Donde se hacinaban las barracas, como en el Somorrostro barcelonés, permanece el mejor restaurante del mundo, el Celler de Can Roca.