Después de unos días de fiestas familiares, una de las noticias de estos días me tiene totalmente indignada y no dejo de darle vueltas a qué iniciativa se puede tomar desde elParlamento Europeo para denunciar un crimen monstruoso que no tendría que suceder en ninguna sociedad civilizada.
Me refiero a la chica hindú de 23 añosAmanat --el nombre por el que se la conoce, pues no se sabe su identidad--, que fueviolada y torturada mientras viajaba en un autobús en laIndia y que murió esta semana en un hospital deSingapur.
Justo antes de Navidad me nombraron ponente permanente para las relaciones comerciales entre la Unión Europea y la India y en la próxima reunión del mes de enero, pediré que se incluya como punto del orden del día, el dramático caso de vulneración de derechos humanos en la persona de Amanat y ver qué iniciativa se puede adoptar para que crímenes como estos no se puedan volver a producir.