Editoriales

La privatización de la gestión del agua

La Generalitat adjudicó ayer la gestión del abastecimiento de agua a las suministradoras de la zona central de Catalunya a un consorcio empresarial encabezado por Acciona a cambio de 1.000 millones de euros, 300 a pagar ahora y el resto a lo largo de la concesión, de 50 años. El conglomerado de la familia Entrecanales, que acudió al concurso en compañía, entre otros, de los Godia y los Rodés, ha desbancado a la segunda oferta, H2B, dirigida por Agbar. Acciona se compromete a vender el agua a 0,70 céntimos el metro cúbico y a mantener durante la duración del contrato la plantilla de Aigües Ter- Llobregat (ATLL), la empresa pública que ahora da el servicio. H2B hablaba en su pliego de no reducir el empleo en los próximos cinco años y de un precio del metro cúbico de 0,79 céntimos.

El único propósito de la privatización es recaudatorio: los 1.000 millones se destinarán íntegramente a reducir el déficit público de este año. Pese a que el servicio de ATLL es eficaz, para que redujera su deuda y fuera más atractiva ante posibles compradores se le permitió una subida del 70% de sus tarifas, un aumento que está a punto de trasladarse a los hogares con un encarecimiento del 30% del recibo. Las prisas siempre son malas consejeras, por lo que solo cabe esperar que la adjudicataria cumpla sus compromisos, tanto en las tarifas como en personal, y que, por supuesto, el servicio a los consumidores finales, más de la mitad de la población de Catalunya, no se resienta.