Dos miradas

Marcas

W.H. Auden, en una respuesta al tópico de qué libro se llevaría a una isla desierta, escribió que elegiría un diccionario, «porque es una fuente de infinitas lecturas». Es decir: enseña, interpela, espolea, establece un diálogo fecundo con el lector y propone nuevas combinaciones.

Narcís Comadiraacaba de publicarMarques de foc,que tiene una función similar. El poeta habla de poemas, los que le han impresionado de verdad, desde las canciones infantiles a los últimos descubrimientos, una red que incluye, «en una mezcla de antología, de autobiografía, de memorias y de ensayo y, además, de muestras de traducción», culturas diversas y múltiples referentes, como múltiples y diversos son los acercamientos a todo aquello que nos une y que, como diríaCarner,hace que nos sintamos partícipes de unas palabras que volvemos a entender «mientras nos varían los días y nos mudan los sentidos». Mientras describe, acota, cuenta y enfila los granos de este rosario, los eslabones de una cadena que se extiende en el tiempo, atenta al escalofrío de los «rebaños populosos de palabras», nos indica también un camino por el cual transitamos -y donde colocamos nuevos mojones-, lectores de su itinerario poético y a la vez caminantes inexpertos que vamos en busca de una ruta propia. Por donde avanzamos marcados a fuego por la letra que nos hace vibrar, versos que «acaban formando parte de la carne y la sangre de nuestra alma».