LECTORES

La carta destacada del día: 'La injusticia de excluir a jóvenes bien preparados'

Hoy en día hay una gran cantidad de jóvenes preparados que han luchado mucho para poder situarse en este mundo laboral, cada vez más precario y competitivo. Detrás de su preparación hay muchos esfuerzos y sacrificios, tanto económicos como personales, hechos por ellos y por sus familias. La mayoría de esos jóvenes se forman intensamente para alcanzar el perfil más adecuado para un empleo determinado. Es una lucha que llevan a cabo a lo largo de bastantes años, estudiando, formándose, trabajando para subsistir y, a la vez, pagarse los estudios. Sus padres también colaboran generosamente en ese esfuerzo y en numerosas ocasiones llegan, incluso, a endeudarse.

Pero la gran sorpresa de estos jóvenes es ver que, cuando llega el momento de concursar por un empleo público o aspirar a una plaza de una empresa privada, son excluidos. Suelen ser los mejores candidatos, los que cumplen mejor todos los requisitos y los que, probablemente, harían su trabajo con más profesionalidad. Sin embargo, quedan fuera por motivos que suelen ser ajenos a sí mismos y contra los cuales no pueden hacer nada. Hablo de las políticas de inserción laboral de determinados colectivos ¿que tienen todos mis respetos¿ y de la prioridad que se les da para potenciarlos, pese a saber que los candidatos eliminados eran mejores. Comprendo que hay que tener en cuenta a todo el mundo, pero cada vez que se quiere favorecer a un colectivo y se le dan ventajas, se discrimina al resto de optantes a ese puesto, sin considerar su situación y su preparación, y sin respetar el esfuerzo realizado. No se puede renunciar a los mejores candidatos para un trabajo por aplicar políticas sociales.