Para muchos, el precursor de los castells es la muixeranga, conocida en la Catalunya Nova como el Ball de Valencians. Más que un baile, se trata de un conjunto de cuadros plásticos con intencionalidad representativa religiosa. Es un baile en el que sus participantes llegan a ejecutar una torre humana de hasta 5 pisos de altura. Es admisible suponer que la danza nacida en el siglo XV en Algemesí, al sur de Valencia, fuera desplazándo- se hacia Catalunya siguiendo la implantación del arroz en el delta del Ebro. Hay evidencia de ello en Peñíscola. El primer Ball de Valencians en Catalunya está documentado en Bràfim en 1687.
La transformación del Ball de Valencians en castells
empezó en el triángulo formado por Tarragona, Reus y Valls. En 1857 aparece por primera vez la denominación
xiquets, probablemente como un eufemismo de "valencianos" pero también como definición del nuevo concepto que estaba naciendo.