La entrevista con Walter Riso, Psicólogo

Walter Riso: "¡Piensa antes del flechazo amoroso!"

El autor de Amores altamente peligrosos (Planeta/Columna) sostiene que hay un millón y medio de catalanes con los que sería mejor no mantener una relación amorosa.

Walter Riso.

--Se sufre mucho por amor.

--No cabe duda. El 50% de las consultas son por ese problema.

--Y, en cambio, cuando te separas, no te dan el pésame.

--Pero cuando te enamoras te felicitan, como si hubieses ganado la lotería. Y lo primero que tendrían que preguntar es de quién te has enamorado y, quizá, darte el pésame.

--Hay parejas que no convienen.

--Un 20% de la población.

--O sea, que en Catalunya...

--Hay un millón y medio de personas con las que es mejor no tener una relación amorosa.

--El amor es ciego.

--No tendría que serlo. Damos por hecho que, si hay amor, el amor lo va a resolver todo.

--¿Cómo se entra en una relación pensando?

--Fijándonos en pequeños detalles del otro. Y planteándonos si su propuesta afectiva es insalubre.

--Mientras dura el flechazo, cuesta pensar.

--¡Piensa antes del flechazo amoroso! Porque, efectivamente, durante el flechazo ya no podrás hacerlo. Observa cómo habla el otro, cómo mira, cómo se relaciona. Hay gente propensa a enredarse con personas inadecuadas para ellas.

--Tienen la esperanza de que el otro cambiará.

--En el amor, la esperanza es lo primero que hay que perder.

--¿Qué parejas no nos convienen?

--Hay ocho estilos afectivos de los que es mejor huir.

--Empecemos. En su libro, en primer lugar, está el histriónico, el amor hostigador.

--Son personas con una gran necesidad de aprobación. Quieren ser el centro de atención, son exhibicionistas y acosan afectivamente. Esta seducción llevada al extremo produce un efecto paradójico: cansar al otro.

--Luego están los desconfiados: el estilo paranoico.

--Piensan que no se puede confiar en la gente, que siempre les van a hacer daño, que si se entregan demasiado se van a aprovechar de ellos. Crean una territorialidad impresionante. Desconfían hasta de la familia.

--Estilo pasivo/agresivo.

--Estos viven un conflicto permanente. Necesitan a la pareja para que los proteja, pero al mismo tiempo quieren ser autónomos. No se comprometen, pero tampoco tienen la valentía de alejarse.

--Huyamos de los narcisistas egocéntricos.

--Piensan que son especiales, que no hay reglas para ellos. Son egoístas. Al sentirse especiales, son excelentes receptores de amor y, en cambio, lo dan mal. Del otro siempre piensan: "Tú vales menos que yo".

--Estilo obsesivo, o cuando el amor es perfeccionista.

--Quieren un amor metódico, sistemático, sin errores. Dicen: "Yo soy el responsable, tú eres irresponsable, y a partir de ahora yo lo manejo todo". Tienen problemas sexuales y se vuelven acosadores, les cuesta expresar emociones y envejecen muy rápido. Es como estar con un departamento de control de calidad. No hacen el amor en la cama, sino en el quirófano.

--Alejémonos, por supuesto, de los amores violentos.

--Es el estilo antisocial/pendenciero. Son amores malignos. No tienen sentimiento de culpa y reducen al otro a un objeto. Suelen ser los maltratadores.

--También están los indiferentes o desvinculados.

--Son incapaces de procesar emociones. Son analfabetos emocionales. Como hacen de la independencia un valor, para ellos estar enamorados es un problema. El otro les sirve para vincularse a la vida social y punto.

--Y, por último, no nos conviene el amor caótico.

--Es el estilo limítrofe/inestable. Son imprevisibles y suelen tener adicciones. Fluctúan entre el odio y el amor. Sus emociones son explosivas: te pueden amar hoy y te pueden odiar mañana. Tienen un problema de identidad: están fragmentados. No pueden dar ni recibir amor. Tienen un profundo miedo al abandono, pero son incapaces de mantener al otro cerca.

--Sin llegar a los extremos, quizá todos tenemos un poco de todo.

--Sí, pero siempre hay un estilo que te define más. Por supuesto, están los estilos sanos, el 80% de la población más o menos.

--¿Qué ha aprendido del amor de los filósofos griegos?

--Que el deseo es importante, pero no suficiente. Son importantísimos la compasión y el cuidado del otro, que es lo que falta en la mayoría de los estilos afectivos que hemos enumerado. Lo que más marca a una pareja es la amistad. Es como desear al amigo, pero es importante el deseo, porque si no solo es una amistad.