Memoria histórica

La periodista Raquel Sans recibe el inesperado documento que acredita que su abuela fue enfermera en Manresa durante la Guerra Civil

Joaquim Aloy encuentra el certificado que no se pudo enseñar en el capítulo de 'Quanta guerra!' de TV3, donde se reconoce la tarea de Carme Segarra en el hospital manresano

El historiador lo recupera, por casualidad, de una caja donde desde hace treinta años guarda documentación de los soldados manresanos muertos durante la contienda

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Joaquim Aloy con la periodista Raquel Sans y el documento recuperado. / Carme Pallisé

Salvador Redó

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Como en un buen e inesperado giro de guion, 'A la recerca de la memòria no explicada' acabó con una (buena) sorpresa. El acto organizado por l'Associació Memòria i Història de Manresa a raíz del capítulo de 'Quanta guerra!' de TV3, emitido el 15 de septiembre con un importante protagonismo manresano, llevó a 150 personas al el auditorio de la Plana de l'Om. Está claro que la presencia del trío de periodistas Raquel Sans, Eloi Vila y Toni Tortajada ligados al programa y al capítulo dedicado a Carme Segarra, enfermera en la Manresa de la Guerra Civil y abuela de la presentadora del TN Mediodía, era un reclamo potente. A los periodistas televisivos se añadieron el historiador manresano Joaquim Aloy y quien firma estas líneas, Salvador Redondo, presidente de la entidad organizadora y que condujo un acto con final inesperado.

Esta es la historia: La sorpresa no la sacó Joaquim Aloy del sombrero, pero sí de una caja guardada en su casa desde hacía tres décadas: el historiador mostró un documento en que se reconoce la tarea como enfermera de Carme Segarra en el hospital de Manresa, certificado que no se pudo enseñar en el capítulo televisivo porque se desconocía su existencia concreta. Una copia de este documento se libró en el mismo momento a una Raquel Sans sorprendida y emocionada. Y es que la suerte es un componente que también juega (y mucho) en el mundo de la investigación.

La cereza del pastel

Aloy explicó así el hallazgo: "Cuando Toni Tortajada me pidió si teníamos alguna referencia de una enfermera llamada Carme Segarra, yo miré qué tenía sobre los hospitales militares manresanos en el ordenador y le envié muchos documentos que tenía fotografiados de algunos legajos del Archivo Comarcal del Bages, pero en ninguna parte salía su nombre". Fue al cabo de un tiempo, cuando el historiador tuvo que consultar un dato sobre los soldados manresanos muertos durante la guerra que "cogí una caja donde tengo toda esta información. Mi sorpresa fue mayúscula cuando vi que uno de estos papeles era un certificado, del 2/8/1938, del «Comisario Delegado de Guerra del Ejército del Este conforme la Enfermera Titular Carmen Segarra, presta sus servicios en esta Clínica n.º 1 [Hospital de San Andreu] desde el 23 de Abril de 1938». En la visita al Archivo Comarcal, Aloy vio que "de certificados de estos había una treintena, uno por cada una de las enfermeras. En cambio, fotocopiados solo había 2, supongo para tener una muestra porque todos eran iguales, solo cambiaba el nombre. Uno era, justamente, ¡el de Carme Segarra! Debía de hacer más de 30 años que estaba en mi casa. Si cuando Toni Tortajada me pidió el nombre, hubiera pensado en esta caja, donde yo solo contaba con que había informaciones de soldados muertos, el mismo día le habría podido decir: sí, mira, te envío esta foto de un certificado que lo acredita y me imagino que habría quedado desconcertado". Un poco como ayer.

El certificado. / ACB

Investigación y divulgación

Pero, además de la sorpresa final, el encuentro entre periodistas e historiadores puso de manifiesto la conveniencia de la investigación en la memoria histórica y la importancia que una televisión pública como la catalana quiera entrar en este campo dada la potencia de divulgación que tiene el medio. El acto fue una tertulia en la cual el quinteto se interpelaba los unos a los otros, y con un protagonismo total de los periodistas televisivos, que el público agradeció. Se explicaron un montón de interioridades del programa como por ejemplo que el invitado hace un ejercicio de confianza con el equipo televisivo porque durante cuatro días está a su merced y no sabe prácticamente nada de por donde irá, de forma que, como aseguró Toni Tortajada, alma del 'Quanta guerra!', "todo es verdad. Todo está guionizado, en el sentido que obviamente se sabe donde pasarán las cosas y qué cosas pasarán, pero el guion está en la cabeza de Eloi Vila y las reacciones de sorpresa de los invitados son muy reales, no son posturas, porque ellos o ellas no saben nada antes". El papel de Vila, conductor de los capítulos, religa el trabajo del equipo con el invitado y en palabras de Raquel Sans: «es ese a quien todo el mundo abrazaría».

La periodista destacó la comodidad con que trabajaron el capítulo dedicado en su abuela, que aprendió muchas cosas sobre ella a pesar de que Carme Segarra no había escondido nunca su papel en la sanidad militar republicana. Sans, que en diferentes pasajes del capítulo televisivo se mostró visiblemente emocionada, aseguró que todavía se le humedecen los ojos como confesó que le pasó unos minutos antes con el visionado del resumen de diferentes capítulos que se proyectó al inicio del acto.

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Por su parte Aloy, que destacó la necesidad de investigar para que las historias pequeñas también sean aireadas y se cumpla el rol social del investigador, que es ponerlas al alcance de la gente, ejemplificó la semilla que deja programas como 'Quanta guerra!' con la anécdota vivida por él un día que pasaba por la calle Viladordis, a tocar el actual Museo del Barroco, y se encontró que un niño de unos diez años explicaba a su madre que allá había caído una bomba y que los agujeros a la pared de piedra habían sido causados por la metralla, como se había explicado en la televisión.

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