QUEMAR DESPUÉS DE LEER

Nadie es más de aquí que tú, por Laura Fernández

Dice Alejandro Zambra que uno escribe para pertenecer, pero también se escribe para hacer pertenecer, se observa el mundo desde fuera y se le da forma dentro para que todo quede fijado, de una vez y para siempre, y es milagroso cuando ocurre como ocurre en 'Orquesta', la última y generosamente apasionante novela de Miqui Otero, el escritor que, de niño, escribía sobre fantasmas que sólo querían encajar

El escritor Miqui Otero. / SARA MARTÍNEZ

El año 2007, Miranda July, la cineasta experimental, la escritora inhabitual, la mujer para quien la vida es, a la manera de Sophie Calle, una forma de arte, publicó una antología de relatos titulada 'Nadie es más de aquí que tú' (Random House). A su manera minimalista y frontal, July exploraba aquello que queda fuera del yo, ese todos los demás que incluía, a modo de coletilla, en el título de su primera película -Tú, yo y todos los demás- el punto de partida de una carrera que se persigue a sí misma, o se radiografía, se palpa, tratando de descubrir qué hay de real en ese mundo que se tiene por real, el de ahí fuera. Un mundo en el que el yo -su propio yo- es también una obra de arte, algo que se deforma, y se pone a prueba y trata de fundirse con, por qué no, el universo.