QUEMAR DESPUÉS DE LEER

Lo que une a Don DeLillo y Silvina Ocampo, por Laura Fernández

Decía David Foster Wallace que la mejor definición de una novela que aún se está escribiendo es la de un niño que sufre terriblemente y se te aparece en todas partes porque te necesita y que cargar con él es a la vez devastador y apasionante

Lo que une a Don DeLillo y Silvina Ocampo / Sara Martínez

El año 1992, Don DeLillo publicó una novela sobre un escritor de éxito, Bill Gray, que vive recluido desde hace años. Gray está por completo entregado a la batalla que libra con la que debería ser su próxima novela, una novela que no se deja escribir. Su título es 'Mao II' (Seix Barral). Decía David Foster Wallace que esa novela contenía la mejor descripción de lo que para todo escritor es el libro que está escribiendo mientras lo escribe: la de un niño que sufre terriblemente. Un niño que reclama en todas partes y en todo momento la atención del escritor —aparece a los pies de la cama por la mañana, se arrastra bajo la mesa en el restaurante, le sigue, llamando clamorosamente la atención, por la calle— y por el que el escritor siente a la vez una compasión tremenda y un rechazo feroz.