Después de veinte ediciones poniendo el foco en el mes de agosto, el Mas i Mas Festival da un salto adelante expandiéndose en el calendario y filtrando la programación hasta quedarse con un total de 25 conciertos (frente a los 162 del año pasado). La muestra se convierte en una temporada de seis meses de duración, apostando por la desestacionalización. Se queda con las músicas de ascendiente afroamericano y deja fuera la parcela puramente electrónica (que seguirá en pie bajo otras marcas), con un punto de partida destacado en la actuación inaugural del saxofonista Bill Evans y sus All Stars, el 4 de mayo en la sede central de la casa, la sala Jamboree.
La muestra explica el giro por dos motivos: la escasez de ‘tours’ de artistas significativos de esos géneros musicales en el mes de agosto y la dificultad de acceder a espacios emblemáticos que se habían incorporado ocasionalmente al festival, caso del Palau de la Música y La Pedrera (actualmente, en verano, “copados por las actividades para los turistas”, explicaba Joan Mas este martes a la prensa), así como del Teatre Grec (cuyo convenio “fue anulado hace unos años por el ayuntamiento de Ada Colau”).
Nombre acortado
El ciclo de conciertos acorta su nombre y, a partir de ahora, responderá simplemente como Mas i Mas, sin ‘festival’, un poco contracorriente, buscando un nombre más manejable. Esta nueva temporada, además de Jamboree, entrarán en juego otros tres escenarios, Apolo, Paral·lel 62 y La Paloma, “buscando siempre la proximidad”, apunta el director artístico, Josep Mestres. La organización corre a cargo de una productora creada exprofeso, Mas i Mas Live.
El jazz con sus múltiples acentos centra buena parte de la oferta, presentando a músicos de prestigio como el mismo Evans (acompañado de John Medestki, Keith Carlock y Felix Pastorius) o el cuarteto integrado por Kurt Rosenwinkel, Mark Turner, Ben Street y Jeff Ballard (2 de julio en Paral·lel 62). Ahí están igualmente James Carter Organ Trio (6 de julio, Jamboree) y la cantante Cécile McLorin Salvant (25 de julio, La Paloma), y talentos autóctonos como Jordi Rossy Quartet (18 y 19 de junio, Jamboree 3), Gorka Benítez Spaces (4 de octubre, Jamboree 1) o Vincen García Quartet (27 de noviembre, Apolo). En los confines de jazz y el contacto con otros géneros, como el techno y el pop, figuran propuestas como las de Warren Walker & Antonin Violot (28 de junio, Jamboree) o el dúo Knower (8 de julio, Apolo).
Del funk al rap
Las diferentes tonalidades del soul, ya sea en contacto con el funk y el jazz, o escorándose hacia el góspel, tendrán a numerosos exponentes, caso del neoyorkino José James, que actuará en Paral·lel 62 (14 de julio), y de otros conciertos acogidos por Jamboree, como los de Michelle David & The True-Tones (7 de junio), The Staples Jr. Singers (12 de julio), Martha High & Soul Cookers (25). También en la sala de la plaza Reial estarán la poeta y rapera Akuya Naru (6 de mayo) y el guitarrista ‘bluesy’ Solomon Hicks (3 de agosto).
En el tramo final se abrirá paso la refinada voz soul-jazz de Myles Sanko (25 de octubre, La Paloma). La programación cuenta por ahora con 24 actuaciones cerradas a las que se sumará otra, en fecha y sala por precisar, en memoria del recientemente fallecido Arnau Boix, trompetista vinculado a numerosos proyectos a lo largo de los años, entre ellos la Orquestra Plateria, La Vella Dixieland y La Locomotora Negra, así como director artístico de locales como La Boite y La Cova del Drac.