Escac, la escuela donde Bayona estudió cine: una cantera que no se agota

Escándalo Films, la compañía de producción asociada a ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya), fue creada en 1999 y comenzó produciendo los primeros cortos de estudiantes de la escuela como J.A. Bayona, Kike Maíllo, Roser Aguilar, Guillem Morales, Elena Trapé y Mar Coll, que serían también los primeros alumnos en debutar en el largometraje. Aunque sigue existiendo como tal, ha derivado en ESCAC Films. Bayona pertenece a la primera promoción de la escuela, la que se graduó en 1998, como Aguilar y Maíllo. El corto de Bayona ‘El hombre Esponja’ (2003) sería uno de los filmes más celebrados de Escándalo hasta la aparición de ‘Lo mejor de mí’ (2007), largo de Roser Aguilar que tiene, más allá de sus virtudes, el valor histórico de presentar industrialmente y en festivales el trabajo formativo de la escuela: esta reflexión sobre el amor y la soledad le valió a su protagonista, Marian Álvarez, el premio de interpretación en Locarno. Pese a este sonado debut se impuso en la escuela, de manera consciente o no, la idea de que el éxito de Bayona era el camino a seguir. En todo caso, siendo el paladín de ESCAC, ninguno de sus largometrajes ha contado con producción de la escuela, ya que su primer filme, ‘El orfanato’ (2007), estrenado el mismo año que el de Aguilar, fue gestado por la compañía Rodar y Rodar con la bendición de Guillermo del Toro y participación de Tele 5. El efecto Bayona se dejó notar en otros licenciados de la escuela, caso de Guillem Morales, cuyo segundo largometraje, ‘Los ojos de Julia’ (2010), es un thriller sicológico y fantasmal también apadrinado por Del Toro y con la misma actriz de ‘El orfanato’, Belén Rueda. En aquel momento convivían en ESCAC dos tendencias, el cine de género y un tipo de relato más intimista y autoral, aunque se puede ser muy autor haciendo cine de género. Una de las apuestas fuertes de Escándalo que no cuajó fue ‘Eva’ (2011), el filme de ciencia ficción que supuso el debut en formato largo de Maíllo. Otro que ha practicado el fantástico es Álex Pastor, quien tras licenciarse en la especialidad de guion en 2003 triunfó con su corto ‘La ruta natural’ en el festival de Sundance, realizó en Estados Unidos con su hermano David ‘Infectados (Carriers)’ (2009) –protagonizada por Chris Pine– y en una postapocalíptica Barcelona ‘Els últims dies’ (2013). En 2020 tendrían un gran éxito en ‘streaming’ con ‘Hogar’, una película estrenada directamente en Netflix a causa de la pandemia y el confinamiento. Si los estudios de comunicación audiovisual de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) se han caracterizado por una línea de trabajo más enraizada con cierta idea del cine independiente (de su Máster de creación documental surgió el ‘Cravan vs. Cravan’ de Isaki Lacuesta, y Elena Martín, Clara Roquet y Marta Lallana, directoras de ‘Creatura’, ‘Llibertat’ y ‘Terenci: La fabulación infinita’ son licenciadas de la Pompeu), ESCAC ha ido ampliando las miras estilísticas. Y hago la comparación con la UPF porque hace cuatro años un tendencioso artículo de Joan Burdeus en el medio digital ‘Núvol’ quiso enfrentar los dos estilos, cuando la realidad es bien distinta y alumnas de un centro han trabajado en películas realizadas por estudiantes del otro, y viceversa. Artur Tort, por ejemplo, formado en la UPF y director de fotografía de Albert Serra, realizó hace un año una clase magistral en ESCAC y ningún problema. Durante tiempo se ha asociado ESCAC a un cineasta masculino, Bayona, pero hay otra realidad: la abundancia de directoras que estudiaron en la escuela cuyas primeras películas, varias de ellas producidas por Escándalo, proponen nuevas miradas sobre la familia, la adolescencia, las relaciones de pareja o la fragilidad de los lazos afectivos. Están Aguilar, Mar Coll y ‘Tres dies amb la familia’ (2009), Elena Trapé y ‘Blog’ (2010), Liliana Torres y ‘Family tour’ (2013), Nely Reguera y ‘María y los demás’ (2016), Belén Funés y ‘La hija de un ladrón’ (2019) –Concha de Plata para la actriz Greta Fernández en San Sebastián– o la última en incorporarse, Laura Ferrés, que participó en Cannes con su corto ‘Los desheredados’ (2017) y ganó la Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid con ‘La imatge permanent’ (2023). La convivencia estilística y temática es fundamental para tejer una industria cinematográfica, y esto ha ido quedando reflejado en la filosofía de ESCAC: Juan Ruiz Caldera, graduado en 2000, ha seguido una línea más “comercial” con comedias como ‘Promoción fantasma’ (2012), ‘Tres bodas de más’ (2013) o ‘Anacleto, agente secreto’ (2015); Dani de la Orden ha encontrado su público a través de dos comedias románticas divididas en episodios, ‘Barcelona, nit d’estiu’ (2013) y ‘Barcelona, nit d’hivern’ (2015), y Marçal Forés contó en su debut, ‘Animals’ (2012), con Martin Freeman, el Watson de la serie ‘Sherlock’ y el Bilbo de ‘El hobbit’. Escándalo, igualmente, tanteó el medio televisivo con ‘Arròs covat’ (2009-2012), la serie de animación de Juanjo Sáez, y ‘Matar al padre’ (2018), la serie de Mar Coll ambientada en la Barcelona postolímpica. Además de Coll, otra alumna de ESCAC, Celia Giraldo, ha dirigido episodios de la reciente ‘Això no és Suècia’ (2023). Ha habido también un curioso efecto en la escuela, el de los alumnos convertidos en músicos de rock o pop. Es el caso de Roger Padilla, guitarrista de Manel, que no ha abandonado del todo el cine –fue nominado al Gaudí al mejor guion por ‘El llarg camí per tornar a casa’ (2015)–, y de Miguel Ángel Blanca, director de ficciones y documentales de corte experimental además de liderar durante una década el grupo Manos de Topo, para quienes Maíllo realizó el original videoclip de ‘Es feo’ (2007). De la escuela han surgido igualmente técnicos que han encontrado su lugar en el complejo mundo cinematográfico de este país. Algunos están asociados al cine de Bayona, como el montador Bernat Vilaplana y el director de fotografía Óscar Faura. El cotizado director de foto Edu Grau ha trabajado con Albert Serra, Rodrigo Cortés, Tom Ford y Joel Edgerton. Alberto de Toro tiene un largo currículo como montador hasta dirigir ‘Malnazidos’ (2020) y la serie ‘El otro lado’ (2023), ambas a medias con Caldera. Mar Medir, alumna del Máster de Producción, fue productora ejecutiva de ‘Viaje al cuarto de una madre’ (2018), debut de Celia Rico, quien después ha pasado a impartir clases de dirección en ESCAC. Y Laura Pedro, graduada en la especialidad de efectos especiales, acaba de conseguir el Goya en esta categoría por ‘La sociedad de la nieve’. La cantera no se agota y siguen apareciendo nuevos valores como Jaime Puertas, director del documental ‘Los páramos’, y que ha completado su formación en la Elías Querejeta Zine Eskola de San Sebastián. También han sido importantes las películas de fin de carrera escritas, realizadas, fotografías y montadas en equipo y que han podido verse en festivales, como ‘La filla d’algú’ (2019) y ‘Ovella’ (2021). Uno de los 16 directores de la primera, Alejandro Marín, es el realizador en solitario de ‘Te estoy amando locamente’ (2023), el filme sobre el nacimiento del movimiento LGTBIQ+ en Sevilla a finales de los 70. Mayor diversidad, imposible.

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