El wéstern marciano de Sergio Caballero que vino del espacio interior

El imaginario de Sergio Caballero (Barcelona, 1966) parece proceder de la inmensidad del espacio interior, una singularidad donde las reglas de la lógica y la narrativa dejan paso a una creatividad gozosamente marciana y sin ataduras. Solo así puede entenderse que una de las grandes atracciones de un festival de imponentes contenidos como el Sónar hayan sido las campañas de imagen creadas por Caballero a lo largo de sus más de 30 años de historia, tan ingeniosas, intrigantes y provocativas como la propia mente ‘blandiblub’ de su autor. Artista plástico, músico y cineasta (por el orden que prefieran), Caballero vuelve a desplegar las velas de su universo intransferible en su tercer largometraje, 'Lolo&Sosaku: The Western Archive', híbrido de ficción rara y documental artístico protagonizado por el reputado dúo de creadores visuales y sonoros Lolo Della Pietra (Buenos Aires, 1977) y Sosaku Miyazaki (Tokio, 1976) con base en el Districte Cultural de L’Hospitalet. El filme, sin diálogos, se estrenará este viernes en la sección oficial del Festival de Róterdam, donde Caballero ya ganó el gran premio en 2011 con su ópera prima, ‘Finisterrae’, aquel fascinante viaje a caballo de dos fantasmas con sábana blanca por el camino de Santiago. Caballero y Lolo&Sosaku son socios de correrías creativas desde hace 20 años, así que nadie como el codirector del Sónar para explicar el audaz trabajo de estos dos artistas que experimentan desde los límites de la escultura, la pintura, la mecánica y el ruido. “Fueron las responsables del festival Dart [EnrichettaCardinale y Silvana Fiorese], buenas amigas, las que me sugirieron hacer un documental sobre ellos dos, pero… yo no quería hacer el típico documental del artista donde sale diciendo lo listo que es y lo profunda que es su obra y los libros que ha leído”, explica Caballero, que prefirió embarcarse, fiel a su estilo, en una extraña aventura, “un viaje a la mente de los dos, a su modo de entender la creación artística”, en forma de wéstern ambientado en los secarrales de los Monegros. Más forma que relato La película, en cualquier caso, tiene una trama mínima. Seguramente es el largometraje de Caballero en el que menos importa el relato que la forma, lo cual en su caso son palabras mayores teniendo como precedentes la citada ‘Finisterrae’ o ‘La distancia’ (2014), extraño relato ambientado en una central térmica siberiana abandonada y con presencia de tres enanos rusos telépatas y una crupier-tarotista interpretada por la actriz porno Sophie Evans. “En 'Lolo&Sosaku: The Western Archive' vemos a dos personas que están haciendo un extraño viaje. No sabes por qué motivo. Cruzan el desierto en un coche hecho de trozos de metal que se va desmontando, y hacen una serie de acciones con objetos mecánicos para ellos normales, igual extrañas para el público. Lolo&Sosaku van descubriendo puertas a la realidad donde se muestran exhibiciones que ellos han realizado como artistas en el mundo real, en espacios como el MACBA o el propio Sónar+D”, relata Caballero. A su lado, Lolo&Sosaku asienten. “Sergio nos conoce muy bien como personas y conoce también nuestra metodología de trabajo. Así que, de una forma mágica, ha conseguido contar lo que sucede en nuestras mentes cuando creamos nuestras obras”, afirma el dúo artístico en boca de Lolo, pues Sosaku guarda silencio de forma autoconsciente. “No le gusta hablar”, afirman, muy en serio, sus compañeros de mesa. ¿Y por qué recurrir al estilo del cine del Oeste para explicar la obra de Lolo&Sosaku? Caballero apela a cierto sentido de la ‘road movie’ inherente al wéstern y, sobre todo, al paisaje y a lo que él llama “la dramaturgia del espacio”. “Yo nunca trabajo con guion. Busco la composición de los planos desde una visión pictórica de los encuadres. No me interesa la narrativa. Para mí lo importante es crear un espacio y un tiempo, y el wéstern proporciona ese espacio y ese tiempo, pues siempre te lleva de un sitio a otro. Aparte hay que decir que tanto Lolo como Sosaku están cojonudos como actores, con esas miradas, con ese rollo que llevan a lo Sergio Leone. Y eso que al principio no querían hacer la película porque no querían llevar sombrero”, explica el director entre risas. “La verdad es que ha sido muy cómodo trabajar con Sergio. Todas las directrices eran muy claras y muy cortas; una frase o una palabra, poco más. Y si no le gustaba te lo hacía repetir y ya entendías hacia dónde iba”, añaden los actores noveles. Referencias cinematográficas En 2014, en el estreno de ‘La distancia’ en el Festival de Sitges, Caballero explicaba a este diario sus principales referencias cinematográficas, destacando el modo de “esculpir el tiempo de Tarkovsky”, el “mundo personal de Lynch” y el parsimonioso tempo del "'slow cinema’ de BélaTarr”. También aseguraba que, dado que sus hijas entonces eran pequeñas, solo veía animación y destacaba a ‘Kung Fu Panda’ como una de sus favoritas. “Mis gustos no han cambiado en estos años, pero te puedo decir que no soporto las series. Son una manera estúpida de perder el tiempo”, espeta el director, que asegura estar “enganchado” a ‘Faraón’, el clásico de 1966 sobre el antiguo Egipto del polaco Jerzy Kawalerowicz. “Dura dos horas, pero llevo viéndola como hace un mes, porque cada diez minutos me duermo y al día siguiente vuelvo para atrás y empiezo otra vez. No me interesa el cine que tenga una historia que contar con nudo y desenlace. Prefiero las películas a las que llegas y entras como en un espacio y un tiempo. Y en este caso… pues igual no sé si acabaré nunca de ver ‘Faraón’. Igual es una película que voy a ver durante toda mi vida y la veo cada día como en un bucle, porque estoy cómodo dentro de ella”. La idea de bucle, de proceso que se repite indefinidamente, también está presente en 'Lolo&Sosaku': The Western Archive', pues su clímax transcurre en el Sónar de 2023, en la ‘performance’ ‘The end’ que el dúo de artistas y el propio Caballero realizaron en el escenario Stage+DbyMediapro y en la que, entre esculturas de ruido, se proyectaban… las imágenes iniciales de la propia película. Y de remate, Lolo&Sosaku van a repetir la ‘performance’ como colofón de la 'première' mundial de la película en Róterdam. “¿Cómo puede ser que todo acabe con el principio? Es como un bucle que te hace estallar la cabeza”, afirma Caballero con el brillo en los ojos de los que sienten la creación artística como algo intuitivo y, sobre todo, divertido.

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