Soleá Morente canta en su nuevo ‘single’ a la Virgen de los Gitanos y al Cristo del Consuelo, sintiendo la conexión, dice “con algo que nos puede explicar con palabras o de una manera científica”. Hay ahí un territorio vaporoso, lo que ella llama la “inteligencia mística”, un punto de fuga de la razón. “Todo esto me vuelve loca”. La canción, ‘Gitana María’, es el adelanto del álbum que publicará el año que viene. Antes, este jueves, actúa con su grupo en La 2 de Apolo, concierto en el que recorrerá su trayectoria con atención a su, por ahora, última entrega, ‘Aurora y Enrique’ (2021), disco inspirado en el romance de sus padres, Enrique Morente y Aurora Carbonell.
Tiempo de cambios para ella, nuevos giros en un rumbo que siempre ha sido inquieto, entre el eco flamenco y la llamada del rock psicodélico o la canción pop. Ahora, su cómplice es Guille Milkyway (La Casa Azul), productor y coautor del nuevo material. ¿Dónde está el punto de encuentro? “Guille tiene una sabiduría musical infinita y entiende muy bien el flamenco y la rumba de los años 70 y 80, y a grupos como Las Grecas, Los Chichos o Los Chorbos. Y a mí me interesa mucho toda esa música electrónica, del techno al drum’n’bass, que él tiene interiorizada”.
Imaginería religiosa
‘Gitana María’ parte de una letra que cantan los gitanos en el Sacromonte, de Granada, en Semana Santa, explica la hija mediana de Enrique Morente. “Escucho ese cante desde pequeñita. Mi padre nos llevaba ahí el miércoles santo”, recuerda, todavía impresionada por “aquella imaginería religiosa tan potente”, a juego con ciertos textos flamencos que cantaba el patriarca de la familia. “Lo escuchaba cantar esas letras surrealistas, hiperbólicas, como ‘yo le pido a Dios llorando que me quite a mí la salud y a ti te la vaya dando…’, y le preguntaba: ‘papá, ¿por qué cantas eso?’. Desde pequeña me llamó mucho la atención toda esa literatura del flamenco”. La letra de ‘Gitana María’ la adaptó su hermana Estrella en el álbum ‘Calle del aire’ (2001, producido por su padre), con el título de ‘Salve gitana de Sacromonte’.
Acompañando a ese tema, otra pieza de estreno, ‘Vamos a olvidar’, de signo distinto: ritmo parejo al de la cumbia, jaleo flamenco y “sonidos muy personales de Guille, como theremines pasados por un vocoder”. Canción que transmite el mensaje de “olvidar las cosas difíciles que te han pasado y construir a partir de ahí”, aun teniendo en cuenta que “olvidar no es perdonar”.
Pequeña familia
La sintonía con Guille Milkyway se hizo notar hace un par de años en su versión para un especial de ‘Cachitos’ (TVE) del tema ‘No pensar en ti’, que Carlos Berlanga e Ignacio Canut compusieron para Raffaella Carrà en 1988. “Yo admiraba a La Casa Azul desde jovencita y luego nos hemos encontrado compartiendo filas en el sello Elefant, que es como una pequeña familia”, explica Soleá Morente, que antes de emprender su proyecto actual publicó, el pasado junio, otro ‘single’ con ‘Sembré una esperanza’, tema de su padre que cantaba desde hace años, y ‘Se acabó’, el atómico himno de María Jiménez. “Ella es una de mis ‘gitanas marías’, una de las vírgenes a las que, metafóricamente, rezo para que me guíen”.
Con el próximo serán ya cinco los álbumes de Soleá Morente, y ella se sigue sintiendo en búsqueda permanente. “Voy encontrando el método y la voz, pero nunca termino de decir ‘aquí me establezco’. Creo que me queda muchísimo, y eso me motiva e inspira para seguir”, reflexiona. A sus artes musicales se suman ahora otras facetas, conducir un programa en Radio 3 y firmar columnas en ‘Rockdelux’. Y no deja de escaparse de Madrid cuando puede para ir a visitar a su maestro y amigo Paco Ibáñez, ahora afincado en el Alt Empordà.
¿Llegará ese disco con las canciones del trovador que flota desde hace años? “Ya tengo muy interiorizadas las canciones y falta que encontremos el momento de grabarlas”, hace saber. “Ha sido un proceso largo, pero haber podido conocer a Paco en profundidad y poder decir que es mi amigo es algo que no cambio por nada”.