Un cómico esencial

El legado de Eugenio, visto por la nueva escena catalana de comedia 'stand up'

Eugenio, en 1999 / Elisenda Pons

Cuando, en los años 80 del pasado siglo, Eugenio Jofra Bafalluy (1941-2001) vendía cientos de miles de cintas de casete y llenaba teatros y salas de fiestas, el uso de la expresión ‘stand up’ para aludir a los espectáculos de comedia en los que el humorista se dirige directamente al público apenas había trascendido el ámbito anglosajón. Claro que Eugenio tampoco hacía exactamente ‘stand up’; no, al menos, en sentido literal, puesto que él no actuaba de pie, sino sentado en un taburete alto (siempre junto a una mesita auxiliar equipada con un vodka con naranja y un cenicero). Y, sin embargo, tiene todo el sentido otorgar a Eugenio, con su personalísima puesta en escena y su manera de interpelar a la audiencia –“¿el saben aquel que diu…?”-, un lugar destacado en el panteón de cómicos catalanes que marcaron el camino a las siguientes generaciones de humoristas hasta llegar a la actual eclosión de la comedia ‘stand up’.