CRÍTICA DE LIBROS

Crítica de 'El útimo verdugo', de Toni Hill: un asesino en serie en Barcelona

El escritor Toni Hill, en la sede de Penguin Random House, en Barcelona, este jueves. / FERRAN NADEU

El uso del garrote vil se asocia en muchos casos a la Inquisición, pero la última ejecución a través de este procedimiento se produjo el 2 de marzo de 1974, a Salvador Puig Antich. Un método que, como todos aquellos en los que un ejecutor interviene, dependía de la pericia y la fuerza del mismo: una muerte instantánea o una larga y agónica. En el imaginario popular aún resuena la sentencia de Pepe Isbert en la película ‘El verdugo’ (1964) de Berlanga sobre la inhumanidad de este sistema: «si existe la pena, alguien tiene que aplicarla».