Crítica de música

Josep Pons, wagneriano imbatible en el Liceu

El director musical del Gran Teatre se corona con ‘Parsifal’ como un experto en la obra del compositor alemán

René Pape (izquierda), Elena Pankratova y Nikolai Schukoff en ’Parsifal’. / A. Bofill

Regresó al escenario del Gran Teatre la puesta en escena de ‘Parsifal’ que el Liceu encargara en 2011 al director alemán Claus Guth. La propuesta, que impregna de nuevos interrogantes una obra que Wagner creara en su momento para cuestionarlo todo, transforma al héroe inocente en un tirano, en un falso profeta que llevará a sus seguidores por caminos sectarios y de terror. Tras 12 años, el montaje sigue funcionando adecuadamente, trasladando la aventura de los caballeros de Grial a un sanatorio para heridos de guerra en una Alemania devastada y sin esperanzas; primero a 1914, en el segundo acto a los años de reconstrucción tras la Primera Guerra Mundial y fijando el tercero en la época del ascenso al poder de los nazis. Al final, Kundry vuelve a huir como si fuera una judía aterrada y Parsifal evoluciona hacia un oscurantismo terrorífico, todo enmarcado en la efectiva escenografía giratoria de Christian Schmidt -autor también del vestuario- que va mostrando diversos espacios que crean ambientes y contando con un prodigioso diseño de iluminación de Jürgen Hoffman.