Crítica de libros

Crítica de 'Descampados', de Manuel Calderón: los no lugares

Libro autobiográfico de difícil clasificación que urde con hermosa hondura la experiencia de la emigración y el desarraigo

Manuel Calderón / José Luis Roca

Qué cosa es este libro no es una pregunta fácil de responder. Y no lo es porque aquí estriba el meollo de la cuestión que ha tratado de situar -que no de resolver- Manuel Calderón (Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba, 1957). Si el lector se asoma a él encontrará la memoria personal de un hombre recién llegado a una idealizada y acristalada estación de Francia y a la ahora añorada Barcelona de 1970 de la que, según el autor, apenas queda nada porque “... mi paisaje fue un descampado, un territorio salvaje, que, a diferencia del jardín idílico, del huerto o del campo que se pierde en el horizonte, es un lugar para la nada”. Encontrará la vida imaginada de un escritor, periodista, pensador de raza y filósofo que, con tintes autobiográficos, tiñe sus recuerdos desde el espacio mudo de un paisaje convertido en “un punto de vista […] la elección del lugar desde donde se mira”.