Entro en Luz de Gas para ir a ver actuar a un grupo de jóvenes entusiastas llamado Self Destruction, que toca (muy bien) una suerte de jazz-funk librepensante y cuyo teclista, Eloi Compte, es hijo de unos amigos, y topo con Lluís Cabrera, el histórico factótum del Taller de Músics. Lo veo en ese estado tan natural en él, mezcla de excitación y enojo simpático. “¡Estos chicos son mejores que la banda de Springsteen, hay que hacerles caso!”, refunfuña, y añade un elogio de las nuevas generaciones de músicos, que se apoyan mutuamente y “van a los conciertos de los otros músicos”.
La caja de resonancia
Los músicos a los que les gustan los otros músicos
El mito del creador aislado y autosuficiente ha entrado en crisis con la entrada en escena de las escuelas superiores de música y el auge del sentimiento de comunidad, factores que fomentan el conocimiento mutuo entre los creadores y que propician una sigilosa revolución en la escena catalana
Judit Neddermann a lAuditori de Girona - Festival Strenes /
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