Crítica de libros

'Ritmo y temblor', de Emilio Trigueros: canto a la amistad del Sur

El autor de Algeciras aborda una novela teñida por la pasión por el flamenco y la importancia de unas raíces geográficas a las que volver

“Siempre he querido escribir esta historia, que tú nunca oirás de mis labios.” Así empieza 'Ritmo y temblor' de Emilio Trigueros (Algeciras, 1972), autor de 'Al otro lado de las estrellas', su primera novela. Trigueros ha tratado de armar  aquí una ficción que sea capaz de narrar la pasión por la música y el mundo del flamenco. Por momentos la novela se convierte en una narración trufada por un saludable tono ensayístico en defensa del “arte auténtico” y de figuras paradigmáticas como Camarón, “el Picasso del flamenco” o Paco de Lucía, “irrepetible”. Pero es esta también una novela que puede ser leída como un canto a la amistad, al mundo inmenso que subyace en las pequeñas emociones tanto como un libro sobre la importancia del regreso al lugar de origen dibujado aquí como un mapa del Sur (“La gente se vuelve al sur para vivir lo que lleva”) o el viaje de ida y vuelta de una serie de personajes que luchan por no perder el contacto con el mundo real que supone haber conocido Bahía Mercedes, el pequeño pueblo pesquero que quedará anegado tras unas intensas lluvias en septiembre de 1993. Personajes marcados todos ellos por el peso de la vida vivida: cada cual intentando ensayar las notas de su propia melodía. Trigueros parece querer indicar que lo decisivo reside en lo común y no tanto en los gestos extraordinarios “porque hay un calor muy especial en la gente corriente.” El Astrónomo, el Orante, la Bordadora, Ritmo, Helga, Diego, Zyrab, Rebeca, Dióscoro, Zapatones o Silvia son personajes marcados por un afán indestructible que trata de alcanzar la vida por vivir, sea la que fuere, pero eso sí, alejada de los fastos huecos de una modernidad empobrecida.