Quemar después de leer | Artículo de Laura Fernández

William T. Vollmann y la cara oculta de San Francisco

La ciudad de los tranvías y las calles empinadas, del Golden Gate, los beatniks y los hippies, se transforma en un bastardo reino de la perdición cada vez que se habla de ella en una buena novela, empezando por la recién recuperada 'Putas para Gloria', del siempre incómodo William T. Vollmann, y la razón es que nada brilla sin oscuridad

William T. Vollmann / Sara Martínez

En San Francisco salen cada día desde el muelle 39 un puñado de enormes barcos desde los que turistas de todo el mundo avistan ballenas. El avistamiento de ballenas es uno de los atractivos de la ciudad de los tranvías y las calles con aspecto de montañas rusas que concentró la euforia 'beatnik' —sigue abierta la librería con sello editorial que reunió a los clásicos, Ginsberg, Burroughs, Kerouac, y hasta Richard Brautigan, antes de que lo fueran: City Lights—, y que en algún momento de los 60 se convirtió en sinónimo de libertad, y después en el de la lucha por ella: primero llegaron el Verano del Amor y los hippies, y luego el concejal Harvey Milk y el movimiento por los derechos de los homosexuales. De nada de todo eso habla William T. Vollmann en 'Putas para Gloria' (H&O Editores).