Crítica de libros

'El final de la historia', de Lydia Davis: una amarga taza de té

La recuperación de la única novela de la cuentista Lydia Davis ofrece una magnifica disección del amor y del deseo

La escritora norteamericana Lydia Davis. / Theo Cote

Siendo la traductora de Foucault, Blanchot o Sartre, era lógico que Lydia Davis escribiera una novela que parece obedecer al esfuerzo de alguien que traduce otra lengua, la que piensa sobre el amor y el deseo. Es una lengua que nos resulta familiar y a la vez misteriosa, de ahí que necesite una intermediaria que la traduzca en todos sus matices: primero debe entenderla ella, la narradora, para que la entendamos nosotros, los lectores. Por eso 'El final de la historia' (que Alpha Decay rescata de su catálogo después de publicarla en 2014) está a medio camino entre los 'Fragmentos de un discurso amoroso' de Barthes, la crónica de un fracaso sentimental y el ensayo sobre cómo se relata esa crónica. Es una novela en construcción, siempre pendiente de su propio proceso, del modo en que la ficción autentifica los hechos maquillados por la memoria o los modifica para buscar la palabra más justa, que no siempre es la más verdadera.