Industria editorial

El sector del libro salva 2022 con un primer semestre de ensueño y un segundo de zozobra

Patrici Tixis, presidente del Gremi d'Editors de Catalunya, constata la fortaleza del sector pese a las circunstancias en la Nit de l'Edició

Detalle de la Llibreria Finestres. / Jordi Cotrina

Como en los viejos chistes, este 2022 ha traído una noticia buena y otra mala al sector editorial en Catalunya. La buena es que la primera mitad del año ha sido tan relevante o más en ventas de libros que los últimos dos años, superando incluso los niveles del 2021, un año de récord con unos 2.470 millones de euros, facturados. La mala es fácil de imaginar, en el segundo semestre, la subida de los precios y los tipos de interés y en general la incertidumbre económica que nos traído el trasfondo bélico se ha traducido en un descenso claro de facturación y una enorme inquietud de los agentes del sector del libro que se han visto obligados a subir un 3% el precio de los libros -poco si se tiene en cuenta que la inflación los aupa a un 8%-, un importante ajuste interno en los beneficios y una subida de unos 30 o 40 céntimos para el lector. No obstante, 2022, pese a las incertidumbres se va a saldar de manera positiva, gracias a ese excelente comienzo, superando mínimamente el balance del año pasado.

La radiografía del momento viene firmada por el presidente del Gremi de Editors de Catalunya, Patrici Tixis, una valoración que suele acompañar por estas fechas la tradicional  Nit de la Edició, el encuentro anual del mundo del libro que se celebra este lunes en el Teatre Romea donde se  entrega el Premio Atlántida al actor y director Josep Maria Pou, por su activismo en la defensa del libro la lectura. También se concede el Memorial Fernando Lara a la pequeña editorial Flamboyant como mejor iniciativa empresarial joven del sector y el Ángel Crespo, a la mejor traducción del año que ha recaído en el escritor Pablo Martín Sánchez por su versión en castellano de la novela ‘La anomalía’ de Hervé Le Tellier, ganadora del Goncourt en 2020.

Un mercado 20% mayor

“Encaramos el 2023, que indudablemente será un momento de incertidumbre, con buena salud y en buena forma, porque partiremos de un mercado que es un 20% más grande de lo que era antes de la pandemia”, expresa Tixis. También destaca la tendencias de que las librerías –“agentes culturales y dinamizadoras del sector”-  estén recuperando el espacio que cedieron durante la pandemia al comercio electrónico. Así de cada 100 libros que se venden, 70 lo hacen en librerías, 23 son libros físicos comercializados a través de plataformas de venta a domicilio y 7 son libros electrónicos. Esto supone un movimiento de cifras respecto a porcentajes prepandémicos, cuando las plataformas vendían un 30% y los libros electrónicos se situaban en un 6%.   

Con las esperanzas puestas en el futuro Plan del Libro y la Lectura, que esta vez parece más viable porque aglutina a todas las fuerzas políticas, otro elemento importante y novedoso es la actual tendencia que lleva a los más jóvenes a la lectura de novelas, un fenómeno reciente vehiculado a través de redes como Tik Tok o Wattpad –con prescripciones o sirviendo contenidos- que están haciendo que se cierre esa brecha en a que los adolescentes entre 15 y 19 años desertaban de la lectura abandonen la lectura. A ello hay que sumar el efecto cómic y muy especialmente, el manga. “El bono cultural para los jóvenes del Ministerio de Cultura ha tenido una aceptación del 56% que podrá agilizar en el momento en el que se agilice su acceso”, apostilla Tixis.

Deficiente distribución

En el segundo semestre del año, el sector del libro también ha tenido que enfrentarse a otros problemas, como el de la deficiente distribución, especialmente en la reposición de los libros de fondo, con la que se ha saldado la integración de Ágora y Les Punxes, “un proyecto necesario” que Tixis espera que se desencalle lo antes posible. Para ello, asegura, se están estudiando posibles ayudas a las editoriales independientes, las más afectadas porque cuentan con un músculo potencial más débil para resistir estos meses ya de por sí castigados.