A la hora de buscar una teoría unificada que englobe géneros tan diversos como el terror, la fantasía y la ciencia ficción hay quienes los engloba como distintas formas de ficción especulativa. Hay quien los agrupa como géneros no realistas, frente a los géneros miméticos (¿pero no abordan tantas realidades tan inmediatas como el cambio climático o nuestra caída en las redes?. Hay quien pone como única condición que un texto despierte el 'sentido de la maravilla', o que se desarrolle en lo que Tolkien definió como un "mundo secundario" (¿pero qué mundo de imaginación no es una versión del nuestro?). O quizá podríamos encuadrar en una gran familia a toda la ficción que plantee una realidad alternativa, en el tiempo, en el espacio, con distintas reglas físicas... o con un curso divergente de la historia que conocemos. Y aquí resultaría más cómodo encajar todo un filón narrativo, que imagina historias alternativas y que en el Festival 42 de Géneros Fantásticos de Barcelona ha tenido a dos representantes tan distintos como la francoestadounidense de origen vietnamita (e ingeniera informática) Aliette de Bodard y el arquitecto catalán Jaume Valor.
Festival 42
Una Barcelona francesa, un espacio vietnamita: historia y fantasía
Aliette de Bodard y Jaume Valor presentan sus versiones alternativas del pasado y/o el futuro en el Festival 42
El bibliotecario de la Biblioteca de la Universidad invisible. Un maleficio descontrolado lo convirtió en orangután. Solo gruñe, pero su nueva forma le facilita trepar por las estanterías en busca de volúmenes ignotos. Responde positivamente a sobornos en forma de plátano, /
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