Balance anual

2022, el año de 'Alcarràs' y la cosecha mágica del cine español

Fotograma de ’Alcarràs’, de Carla Simón. / El Periódico

No es habitual que el cine español se convierta en protagonista de la temporada de festivales. Ocurrió en San Sebastián, donde la presencia de títulos españoles siempre es muy representativa, pero rara vez consiguen alcanzar una resonancia tan contundente en la sección oficial como este año, que acaparó gran parte de las miradas gracias a títulos como 'La maternal', de Pilar Palomero, 'Suro', de Mikel Gurrea, 'La consagración de la primavera', de Fernando Franco, o 'Girasoles silvestres', de Jaime Rosales. Poco después, pasó lo mismo en Sitges, un festival en el que las propuestas nacionales no suelen traspasar cierto estatus endogámico y que en esta ocasión pasaron a formar parte de la conversación cultural de manera inmediata. Películas como ‘Cerdita’, de Carlota Pereda, ‘Mantícora’, de Carlos Vermut’, ‘Unicorn wars’, de Alberto Vázquez, o ‘La piedad’, de Eduardo Casanova, ofrecían miradas cinematográficas tan atrevidas como renovadoras, y capitalizaron los espacios de debate y controversia, fuera a la salida física de los cines o a través del avispero de Twitter.