QUEMAR DESPUÉS DE LEER

Algo pasa con Fráncfort

La Feria del Libro más longeva del mundo hoy cierra sus puertas por enésima vez, sumando infinidad de anécdotas a su historia en marcha, que es también la historia de cómo se concibe la literatura en todo el mundo, por capítulos

Quemar después de leer

Víctor Seix tenía 44 años cuando un tranvía conducido por un tipo llamado Adolf Hitler que, por supuesto, no era el Adolf Hitler sobre el que diserta Karl Ove Knausgard en Mi lucha, sino un Adolf Hitler posterior, le atropelló. Corría el año 1967. La ciudad era, por supuesto, Fráncfort. Víctor Seix había viajado a la famosa Feria del Libro cuya edición de este año termina hoy mismo. Fundador, junto al entonces poeta Carlos Barral, de Seix Barral, Víctor era hijo y nieto de impresores —de hecho, la idea de imprimir sus propios libros no había tentado a la familia hasta que él entró en el negocio—, y, por ocurrir cómo y dónde ocurrió, su muerte se convirtió en parte de la historia de la literatura y la forma en que ésta se relaciona con aquello de lo que a veces no quiere oír hablar: el mercado.