El testimonio

La memoria del Raval sobre la que se ha construido una ópera

Charo de la Calle, en el zaguán del edificio de Junta de Comerç en el que vive desde hace 59 años. / Zowy Voeten

Charo de la Calle tiene un nombre tan a propósito que parece inventado. Pero no. Es real. Esta infatigable activista vecinal nacida en Madrid en 1935 lleva seis décadas viviendo en el Raval y junto a su marido Carlos, fallecido hace seis años, formó una de las parejas más conocidas y apreciadas por la gente del barrio. Charo es una de las personas que compartió sus vivencias con Victoria Szpunberg para la elaboración del libreto de la ópera comunitaria ‘La gata perduda’, estrenada en el Liceu el pasado miércoles. Esta es su historia, relatada en primera persona; memoria viva de un barrio castigado que lucha por hacer visible toda su riqueza y complejidad.