El día en que Douglas Adams salvó al kakapo, el loro neozelandés que no vuela

El año 1989, Douglas Adams salió en busca de especies en extinción. Su iniciativa salvó a al menos una de ellas, ¿hasta qué punto puede un libro cambiar también así el mundo?

Douglas Adams, el popular autor de ’Guía del autoestopista galáctico’.  / Sara Martínez

El otro día recordé mi visita al Museo Field de Historia Natural de Chicago. Lo que no dije es que no hay ciudad que pise en la que no visite el Museo de Historia Natural, si lo tiene. Soy, podría decirse, una coleccionista de colecciones de especies. Y de libros sobre cómo se gestaron esas colecciones, y cómo se siguen alimentando. Aunque no es habitual que haya publicaciones al respecto. Las hay en los enormes. El Museo de Historial Natural de Nueva York. El de Londres. En pequeños, como el de Iowa City, fue la propia directora, que abrió el museo para que únicamente las tres escritoras de paso lo visitáramos, la que me tendió un curiosísima autopublicación sobre el asunto. Siempre me ha parecido que cada uno de esos libros contiene una infinidad de novelas.