Exposición

La Pedrera repasa la historia del arte abstracto español

Las obras de los artistas del Museo de Cuenca dialogan con destacadas piezas de figuras coetáneas de EEUU y Europa

Una escultura de madera de Chillida destaca en la entrada de la exposición junto a cuadros de Krasner, Pollock, Wols y Dubuffet. / JORDI OTIX

La España del general Franco no tuvo demasiado interés en el arte abstracto, aunque le vino bien para presumir de modernidad fuera de nuestras fronteras. En España, sin embargo, los artistas no tenían un centro fijo donde poder mostrar sus obras. Todo cambió cuando el pintor Fernando Zóbel, artista que estudió en Harvard y había ido coleccionando obras, transformó una casa colgante del siglo XV de Cuenca en el Museo de Arte Abstracto Español. Fundado, apoyado y atendido por artistas, se inauguró en 1966 con obras de Eduardo Chillida, Antoni Tàpies, Antonio Saura y Eusebio Sempere, entre otros. Ahora, aprovechando que el museo de Cuenca está en obras, La Pedrera acoge una interesante exposición dedicada a los principales artistas abstractos españoles de la segunda mitad del siglo XX. Despliega 69 obras singulares, la mayoría provienen de Cuenca pero también incluye una treintena de piezas firmada por artistas de la misma época que marcaron el arte de la segunda mitad del siglo XX de Europa y EEUU. Todas las piezas dialogan entre sí ofreciendo una interesante panorámica. ‘Los caminos de la abstracción, 1957-1978. Diálogos con el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca’ estará en Barcelona hasta el 15 de enero.

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