CONTROVERSIA

Miedo a una Sirenita negra: sigue el bucle infinito de las quejas por cambios de raza y género

Halle Bailey en el ’teaser’ de la nueva ’La Sirenita’ de imagen real. / Disney

Una nueva semana, una nueva controversia por alguna decisión de casting en la que se varía el género, la raza y/o la sexualidad de un personaje más o menos establecido en el imaginario colectivo. Por regla general, personaje no histórico, sino producto de la imaginación de algún portavoz de la fantasía. El pasado verano tocaba a uno de ellos, Neil Gaiman, defender a un puñado de intérpretes de la serie 'Sandman' de ataques racistas y sexistas a través de las redes. A algunos 'fans' de los tebeos originales, conocidos por sus personajes trans y queer, les molestaba por ejemplo que Lucifer (un ángel caído, sin género definido) estuviera encarnado por la actriz Gwendoline Christie. O que el eterno Deseo (al que en el cómic se conoce por diferentes pronombres) tuviera los rasgos de la persona no binaria Mason Alexander Park

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