Crónica de ópera

‘Hadrian’, de Rufus Wainwright, no prende la llama del deseo en Peralada

  • La profunda y ambiciosa ópera del famoso cantautor pop dedicada al emperador romano y su amante Antinoo dejó frío al público ampurdanés, que desertó de forma numerosa en el entreacto.

RUFUS / TOTI FERRER

Desde su deslumbrante debut en 1998 con aquel disco homónimo en el que desplegaba su cálida y suntuosa idea del pop-folk, tenuemente excéntrico y rebosante de ganchos melódicos, Rufus Wainwright ya dio a entender su ilimitada visión artística más allá del corsé de la música ligera. Entregado a la magia de los musicales de Broadway desde que, de niño, vio ‘Annie’ y otras joyas del género en compañía de su padre, el cantautor Loudon Wainwright III, el artista asegura que escuchar el ‘Réquiem’ de Verdi a los 13 años le hizo “amar para siempre” la ópera. No es de extrañar, por tanto, que Wainwright, entre disco y disco de pop, haya viajado, ilusionado, al mundo de la lírica: poniendo música a los sonetos de Shakespeare para celebrar el 400º aniversario de su nacimiento y componiendo dos óperas, ‘Prima donna’, inspirada en la figura de Maria Callas; y esta ‘Hadrian’, acercamiento al emperador Adriano y su favorito Antinoo estrenada en Toronto en 2018 que el viernes puso de largo en el festival de Peralada tras haber visitado esta misma semana el Teatro Real de Madrid.