Hotel Cadogan

Los libros recomendados por Olga Merino: la carta del ahorcado

La reciente adaptación cinematográfica de Guillermo de Toro ha impulsado la recuperación de la novela de culto 'El callejón de las almas perdidas'

Bradley Cooper y Cate Blanchett, en un fotograma de ’El callejón de las almas perdidas’ / Searchlight Pictures

Al final, lo que el viajero valora, ya se refugie en un lupanar, casa de citas u hotel de categoría, como el viejo y fantasmal Cadogan, es el binomio limpieza y discreción, y a él nos aferramos, como los tres monos místicos. Ver, oír y callar. Cuanto suceda en el interior de las habitaciones no nos atañe, siempre y cuando los huéspedes paguen la estancia con buenas historias, como la que nos dejaron los visitantes de esta semana: el Espectáculo de Monstruos de Ackerman-Zorbaugh, una troupe ambulante por la América profunda de los años 40. Una pitonisa, un forzudo, un acróbata tullido que camina con las palmas de las manos, el marinero más tatuado del planeta, un enano maligno, una muchacha cuyo cuerpo atraviesan 15.000 voltios de electricidad sin dañar un solo pelo de su cabeza y, atención, el espantoso 'geek', un hombre convertido en alimaña, capaz de arrancar a bocados cabezas de pollo y de serpiente.