Cinco discos de Núria Feliu que merecen un rescate

A lo largo de una extensísima discografía que se acerca a las 50 referencias, Núria Feliu cultivó prácticamente todos los géneros, del jazz al bolero y del cuplé al rock and roll. Siempre en catalán. Como prueba, estos cinco títulos, que se cuentan entre los discos más interesantes publicados por la cantante de Sants. ‘Núria Feliu amb Tete Montoliu…’ ( 1965) A propuesta del crítico Albert Mallofré, la Feliu empezó a colaborar con el pianista Tete Montoliu, y del encuentro surgió una productiva sociedad musical cuyo primer fruto fue este elepé memorable, en el que, con el respaldo del contrabajista Eric Peter, el batería Billie Brooks y el saxofonista Booker Ervin, la joven cantante de Sants se merienda un repertorio de standards jazzísticos con el aplomo y la personalidad de una veterana. Diez canciones grabadas en un par de sesiones entre las que destaca el sensacional ‘Tot és gris’, adaptación del clásico ‘Misty’ con letra en catalán de Jaume Picas. ‘Núria Feliu, Lou Bennett i els seus amics’ (1966) El quinteto del ábum anterior repite con la única sustitución de Booker Ervin por el organista de Filadelfia Lou Bennett y el resultado es un nuevo triunfo artístico en el que Núria Feliu afianza su personalísimo fraseo y su dominio del ‘tempo’ para hacer suyos sin aparente esfuerzo números como ‘Georgia on my mind’ (‘Geòrgia, Geòrgia’), ‘Satin doll’ (‘Nina de seda’) y ‘They can’t take that away from me’ (‘Ningú no ho podrá saber com jo’). Hoy es un disco de culto muy apreciado por los coleccionistas de jazz vocal y reverenciado por músicos como el cantautor británico Robert Wyatt. ‘Homenatge a la Misstinguet’ ( 1971) Un año después de dar un viraje estilístico para protagonizar una incursión en el mundo del ‘cuplet’ (‘El cuplet de Barcelona’), la Feliu reincide en el género con un festivo homenaje a Mistinguett, la vedette, cantante y actriz francesa que reinó en los teatros parisinos en las primeras décadas del siglo XX. Con arreglos y dirección musical de Lleó Borrell y versiones catalanas de Josep Maria Andreu, la santsense impone su personalidad vocal sobre títulos fundacionales de la ‘chanson’ cabaretera como ‘La xava’, ‘Els barbuts’, ‘L’acordió’ y ese ‘Ja us he reconegut’ que quedará como pieza ineludible en sus recitales. ‘Escolta’m’ (1975) Empeñada en demostrar que la lengua catalana es perfectamente válida para abordar cualquier género, la cantante se asocia con el trío Los Guacamayos (Narcís y Albert Vidal y Josep Mira) para grabar un insólito disco de boleros clásicos popularizados por grupos como Los Panchos y vertidos a la lengua de Verdaguer por el poeta Josep Maria Andreu. El elepé resultante trasciende de largo la condición de capricho exótico gracias a la convicción de una Feliu que sabe llevar a su terreno piezas tan populares como ‘Flores negras’ (‘Vine’), ‘Júrame’ (El vull tant’) o ‘Nosotros’ (‘Escolta’m’). ‘Viure a Barcelona’ (1979) Barcelona fue siempre una de las grandes pasiones de Núria Feliu. Y de esa pasión nació uno de sus discos más interesantes, ‘Viure a Barcelona’, que reúne una decena de canciones sobre la capital catalana escritas expresamente por el cantautor y poeta manacorí Guillem d’Efak y musicadas por Antoni Parera Fons. En su visión de la ciudad, el álbum combina el arrebato emocionante con la crítica hiperlúcida (“la prostituïda / venuda i traïda / on les parets criden / eslogans, mentides”, canta la Feliu en ‘Estimo Barcelona’). Ganó el premio al mejor disco del año de Ràdio 4.

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